Según datos oficiales obtenidos por AUGC, en la Comandancia de Córdoba la Guardia Civil dispone de 291 vehículos, de los que 173 tienen más de diez años de antigüedad, y 56 exceden los 300.000 kilómetros, encontrándose 12 vehículos inmovilizados y 9 propuestos para baja.
A la vista de esos datos, el parque móvil de la Guardia Civil en esta provincia ha ido disminuyendo progresivamente, pasando de 327 vehículos en 2016 a 291 en 2021, lo cual va acompañado de un preocupante envejecimiento de la flota, con un 59% superando los diez años, e incluso 69 vehículos excediendo los quince años. Por ello, es lógico que haya aumentado respecto a años anteriores el número de vehículos inmovilizados y propuestos para la baja.
Pero además, el excesivo envejecimiento y kilometraje conllevan un elevado coste económico porque muchos de los vehículos sufren habitualmente averías. De hecho, a requerimiento de AUGC la Dirección General de la Guardia Civil informa que en 2020 se han gastado más de 342.000 euros en reparación y mantenimiento de los vehículos asignados a la Comandancia de Córdoba, superando las cuantías invertidas en los cinco últimos años. Desde 2012 son ya 2.778.000 euros acumulados por este concepto.
Y a los 342.000 invertidos en 2020 deben sumarse otros 126.000 euros gastados en reparación y mantenimiento de la flota del Subsector de Tráfico de Córdoba, a pesar de que solo 6 de sus 71 vehículos superan los 300.000 kilómetros y ninguno tiene más de diez años.
Recientemente han llegado a la Comandancia algunos vehículos nuevos, pero en número insuficiente para paliar siquiera mínimamente las necesidades existentes en toda la provincia. Se trata de un problema crónico desde hace muchos años, como AUGC viene denunciando reiteradamente, preocupación que también comparte la jefatura provincial de la Guardia Civil.
Esta situación contrasta con la existente en la Policía Nacional, donde se opta por el sistema de “renting”, con un servicio de mantenimiento contratado y con una constante renovación de la flota, cada cuatro años o 200.000 kilómetros, lo que redunda en mayor seguridad.