En Huelva hay una notable falta de patrullas, así se lo ha hecho saber la AUGC Huelva a la Subdelegada del Gobierno de la provincia en un escrito. El pasado viernes se vivió una muestra más de ello en el Puesto de Lepe, cuando una sola cuadrilla tuvo que realizar el servicio de tarde en seis localidades: Lepe, El Rompido, Nuevo Portil, La Antilla, El Terrón y Cartaya. En ésta última, la patrulla, que tenía realizar prevención de la delincuencia, tuvo que permanecer en el Cuartel porque no había ningún Guardia de servicio. Ni tan quisiera el de puertas, que debe prestar servicio las 24 horas del día. Algo similar ocurrió en la noche de este lunes.
Desde AUGC Huelva consideramos que se están utilizando a estas Unidades independientes como si fueran auxiliares de Cartaya. Por ejemplo, el pueblo El Rompido se queda sin vigilancia para atender la correspondiente de la citada demarcación. Los agentes afectados por la situación ni siquiera recibieron instrucción para poder utilizar el teléfono; tampoco sabían dónde se encontraban las armas largas del Puesto ni la propia llave del armero. En nuestra opinión, la situación que sufren los compañeros es un despropósito.
Cartaya es una zona importante donde faltan efectivos, están mal distribuidos y donde los responsables a nivel de Comandancia, Compañía o Puesto, asignan a los Guardias Civiles tareas de forma inadecuada. Es conocido por el Cuerpo y por las autoridades políticas que, además de que no se cubren vacantes, se destina a los agentes a acometer servicio en otras Unidades o en zonas que no están el catálogo de puestos de trabajo. Pedimos a los dirigentes institucionales que dejen de mirar hacia otro lado y actúen para dar soluciones.
Peligra la integridad física de los Guardias Civiles que se trasladan solos durante la patrulla
La Subdelegada del Gobierno de Huelva también ha recibido en nuestro escrito la denuncia de patrullas que son de diferentes puntos. Es el caso de una que ser formó la noche del pasado viernes en la Compañía de Moguer. Un agente era de Punta Umbría y otro de Alajaraque. Esto es totalmente irregular porque pone en riesgo al Guardia Civil que se traslada en solitario a recoger a otro compañero. Recordamos que ambas zonas son importantes y conflictivas.
En este caso, sería una patrulla del Puesto de Beas la que cubriría el servicio entre estos dos núcleos operativos de más de ocho pueblos. Sin embargo, si tienen una incidencia personal, las cuadrillas ya no se pueden conformar. Una vez más, esto está motivado por la falta de personal que denunciamos. El problema se resolvió ordenando a un Suboficial de Punta Umbría a patrullar con el Guardia Civil de Alajaraque cuando los Suboficiales no suelen hacer patrullas en Puestos Principales.
Reiteradas custodias de detenidos por un solo Guardia Civil en Punta Umbría
En el Puesto de Punta Umbría hay una la falta de atención en la custodia de detenidos. Hace pocos días, un detenido se autolesionó en la cabeza provocándose una herida grave y sólo había un efectivo de custodia. Al menos por allí había un Guardia Civil que le pudo ayudar. A la hora de trasladar al herido al hospital, el Oficial al mando ordenó que se le llevara a pie al hospital “para no tener que desinfectar de nuevo el vehículo”. Después de este suceso, ocurrió algo similar durante una noche. Este mismo Oficial ordenó a la patrulla que continuara con el servicio normal en vez de que se quedasen custodiando al detenido. Una vez más, esta tarea la realizó un solo compañero.
La falta de efectivos se está intentando solventar poniendo en riesgo la integridad de los propios agentes. A la vista de que ni llegan ni llegarán los recursos humanos necesarios, la única solución posible es la que AUGC lleva mucho tiempo reclamando incluso en el Congreso de los Diputados: Es necesaria una reorganización territorial y funcional de las unidades de la Guardia Civil, además de la configuración de un nuevo modelo policial.
La verdadera solución para tener más presencia de guardias civiles no sólo pasa por el aumento de la plantilla y el anuncio de vacantes de las Comandancias, también pasa por la reorganización territorial que concentre las dotaciones en cuarteles potentes en cabecera de comarca, que pueda atender adecuadamente las necesidades de los ciudadanos. Pero también es fundamental que siempre haya un equipo para recoger las denuncias, que existan patrullas en las localidades y que se creen calabozos para los detenidos. Mientras no se tomen estas soluciones, el problema irá aumentando. No puede haber tanta falta de agentes porque queda en peligro su integridad física; no pueden dedicarse a labores que no son de prevención de la delincuencia. Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles pensamos que la actual distribución de la Guardia Civil está anticuada e inadaptada a los medios de transporte y comunicaciones del siglo XXI. La situación sólo seguirá empeorando si las Autoridades políticas no toman las decisiones adecuadas.
