No debemos olvidar tampoco las noticias más recientes respecto a la proposición de ley para la derogación del delito de sedición o una rebaja en las penas a la mínima expresión, situación dantesca y aparejada a la sensación de desamparo institucional de guardias civiles y policías, quienes sufrieron pedradas físicas para hacer cumplir la ley que ahora se pretende reformar, una nueva pedrada y más dura de encajar. Teniendo presente las imágenes del Piolin, nos preguntamos ¿de qué ha servido el esfuerzo personal y familiar de cientos de compañeros/as alejados de sus familias durante dos meses?, y a continuación vendrá la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana donde por ejemplo la palabra de un agente es tachada de mentira, otra pedrada más.
Los policías y guardias civiles son trabajadores esenciales a quienes, sin embargo, el Gobierno les niega derechos fundamentales. Los miembros de las Fuerzas Y Cuerpos de Seguridad del Estado son los únicos policías en España que no disponen de índices correctores en su jubilación provocándoles este agravio un menoscabo económico de media del 30 por ciento, además de verse abocados a trabajar hasta la edad de los 65 años.
Un mismo trabajo, un mismo salario, las mismas jubilaciones. Esa es nuestra legítima petición al Gobierno de Sánchez. Y mientras siga desatendida, los policías y guardias civiles estaremos en “pie de guerra”, por lo que desde AUGC y el SUP hemos convocado una gran manifestación en Madrid para el próximo 26 de noviembre a las 12:00 h.
El Gobierno no ha cumplido con todas las cláusulas del Acuerdo de equiparación salarial firmado entre el Ministerio del Interior y sindicatos de Policía y asociaciones profesionales de la Guardia Civil. Con su incumplimiento, el Gobierno se olvida de los principales defensores de la libertad y de los derechos en España y está obligado a explicarnos a todos los defensores públicos, así como la sociedad en su conjunto, por qué abandona a guardias civiles y policías. Precisamente porque son las instituciones más valoradas por los ciudadanos no pueden seguir siendo discriminadas y ninguneadas por este Ejecutivo.
Un Gobierno que solo quiere a su Policía cuando la foto es buena, pero que nos da la espalda cuando hay que dar respuesta a unos profesionales que ven como se acaba su carrera y no pueden acceder a una jubilación digna.
Han convertido a los policías en funcionarios de segunda y los ha desprovisto de los derechos que otras policías ya disfrutan desde hace años.
Desde AUGC y el SUP estamos plenamente convencidos de que ha llegado el momento de que tomen en serio a los policías y guardias civiles, y no pararemos hasta conseguir el mismo trato y los mismos derechos que ya disfrutan el resto de cuerpos policiales en España.
