Al igual que este compañero herido en Melilla, todos los demás y los GRS están expuestos a unos riesgos que podrían aminorarse con una actualización de este tipo de materiales, como venimos pidiendo desde hace años a la Dirección General. Quienes también prestan servicio, en su práctica totalidad, previniendo situaciones irregulares relacionadas con inmigración son las Compañías de Fiscal y Seguridad Ciudadana. Necesitan que se les dote de Equipos de Protección Individual en adjudicación. La integridad física y la vida de los agentes debe ser una prioridad mayor que el ahorro de dinero.
Uno de los proveedores del material antidisturbios de la Guardia Civil ha informado al equipo jurídico de que “la vida útil de las carcasas de sus cascos es de 10 años”. Pueden tener una mayor duración en función del uso, mantenimiento y conservación, pero transcurridos esos 10 años, la empresa ya no se hace responsable del correcto funcionamiento del mismo. En cualquier caso, desde la Dirección se reconoció que tampoco existe un procedimiento para el mantenimiento de estos equipos que protegen al agente frente a riesgos graves. Sólo hay inspecciones oculares del material, algo que, en su momento, pusimos en conocimiento de Riesgos Laborales.
Una vez más, pedimos a la DGGC que actualice el obsoleto material antidisturbios, que también se va deteriorando por factores climatológicos y no únicamente por el uso. Pedimos cascos y escudos que tengan más calidad y proporcionen mayor nivel de protección, como los que utilizan los compañeros de las Unidades de Intervención Policial de la Policía Nacional. La Guardia Civil necesita que la Institución proteja y que no olvide las necesidades ni los riesgos a los que nos exponemos día a día o en situaciones como las vividas últimamente en Melilla. No queremos lamentar ningún tipo de daño eludible con la provisión de un material antidisturbios de calidad y actualizado. Y con ello no sólo hacemos referencia a los cascos o escudos, también a los chalecos, las coderas, espinilleras y máscaras.
Desconociendo los detalles del casco del que hacía uso el compañero herido, instamos al Consejo de la Guardia Civil a que, como medida preventiva, realmente retire aquellos cascos que están defectuosos o que hayan superado su vida útil, como nos comunicaron hace años. Aunque la DGGC indique que sus datos son “orientativos”, la Institución no debería permitir que el 93,63 % de estas dotaciones tengan más de 15 años. La Asociación Unificada de Guardias Civiles envía todo su apoyo a los tres agentes heridos de gravedad y a los que presentan contusiones más leves.