En un escenario en el que aumentan cada día los rebrotes del Covid-19 en casi toda España, la irresponsable conducta en la que ha incurrido el Teniente Comandante del Puesto Principal de Tomelloso (Ciudad Real) resulta especialmente grave.
Este mando se reincorporaba a su puesto de trabajo el pasado viernes 21 de agosto, tras haber disfrutado de sus vacaciones. En nada le importó estar pendiente del resultado de una prueba PCR que le acababan de realizar por haber estado en contacto con una persona que había dado positivo en Coronavirus.
Y es que, lejos de mantener las medidas preceptivas de aislamiento, el teniente se presentó alegremente en el cuartel, repartiendo abrazos a diestro y siniestro, sin mascarilla, e incluso besando a las mujeres componentes del puesto.
Esta calamitosa inobservancia del protocolo de seguridad ante el virus adquiere aún más gravedad cuando el lunes 24 este mando, permaneciendo en las dependencias del cuartel, conoce el resultado positivo de la prueba PCR que se le había efectuado.
Como consecuencia de este positivo, el mismo lunes 24 por la tarde se desplaza hasta el puesto una unidad médica para realizar las pruebas Covid a los 17 componentes del puesto que habían tenido contacto con el teniente.
Ahora mismo se está a la espera de los resultados.
Esta situación es conocida en la localidad, lo que ha creado alarma social y provocado una cascada de comentarios muy críticos contra, precisamente, la persona responsable de velar por la seguridad de los ciudadanos.
Desde AUGC no podemos sino mostrar nuestra perplejidad ante el inconsciente comportamiento de este mando, que ha puesto en riesgo a todos los componentes del puesto del que es responsable, y por ende la seguridad pública de toda la localidad, que además ya fue fuertemente golpeada por el Coronavirus en la oleada de la pasada primavera.
Resulta incomprensible que, a estas alturas, sea la propia persona encargada por hacer cumplir todas las normas de prevención contra los contagios la que se salte todos los protocolos, estando además a la espera de los resultados de la prueba.
Ante esta situación es necesario recordar la importancia de cumplir todos los protocolos establecidos. En este sentido, las instalaciones de la Guardia Civil y sus trabajadores deben dar ejemplo y constituir la primera línea de protección ante los posibles contagios. Por eso comportamientos como los de este mando han de ser reprobados y castigados con toda la contundencia posible.
