Julio será el mes en el que las Unidades de todas las provincias de la Guardia Civil reciban a las nuevas incorporaciones. Los alumnos que están terminando su período formativo en la Academia de Baeza (Jaén) y en el Colegio de Valdemoro (Madrid), son los que ocuparán las 2.101 vacantes ofertadas. Permanecerán en sus destinos temporalmente durante un año, momento a partir del cual se les proporcionará el definitivo.
La llegada de este personal supone un pequeño respiro, aunque temporal, para aquellas Unidades que requieren refuerzos de plantilla. Córdoba es la que más los necesita de todas las provincias de Andalucía, ya que es la que dispone de menos efectivos y hay alrededor de 140 vacantes sin cubrir. Al darse estas circunstancias, era de suponer que resultaría más beneficiada que el resto por la llegada de un mayor número de Guardias en prácticas. Sin embargo, la realidad ha sido otra.
Tan solo se ha asignado para la provincia 15 de las 2.101 vacantes publicadas. Esto no supone ni el uno por ciento del total y, además, es una cifra inferior en comparación con las de años anteriores. En 2021, Córdoba fue destino temporal de 37 Guardias en prácticas, en 2022 fueron 40 compañeros y en 2019, 38. Una vez más Córdoba es la provincia andaluza más perjudicada en el reparto de vacantes junto con Cádiz, que también tiene 15. Nos situamos entre las nueve provincias del país que menos efectivos reciben.
Se ha perdido la oportunidad de reforzar aquellas Unidades donde la necesidad de plantilla es más acuciante. Las vacantes publicadas corresponden todas a Puestos de Seguridad Ciudadana y se distribuyen con cuentagotas entre diversas poblaciones de la provincia: Palma del Río, Pozoblanco, Puente Genil, Baena, Montilla, Priego de Córdoba, Peñarroya, Montoro, Almodóvar del Río, Villanueva de Córdoba, Aguilar, Fernán Núñez y Rute.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles viene avisando que, además de cubrir las vacantes existentes, debe incrementarse el catálogo, que ha quedado obsoleto para las necesidades de seguridad en esta provincia. Como es evidente que la Dirección General de la Guardia Civil no va a poner fin a esa sangría de efectivos, la única alternativa pasa actualmente por la reorganización territorial y funcional de las Unidades de la Guardia Civil, que AUGC lleva años reclamando. Sólo de este modo se podrían rentabilizar adecuadamente los escasos recursos humanos que ahora están dispersos y desorganizados dentro de un modelo policial obsoleto que necesita actualizarse y modernizarse para ofrecer el servicio que demanda la actual sociedad cordobesa y española.
