En enero de 2008 y con mas de dos años de retraso, se inaugura el Acuartelamiento de la Guardia Civil de Elche. Desde el primer momento, hubo problemas, entre otros, la empresa adjudicataria, abandonó el barco y tuvo que hacerse cargo el gobierno local, con un aumento del gasto previsto, bastante elevado.
Antes de inaugurarse el cuartel y empezar a vivir los adjudicatarios se observó que las tuberías del gas habían desaparecido, por lo que hubo que adaptar, con el consiguiente gasto, los calentadores y los tapones de los fregaderos, lavabos, etc, los cuales 'habían huido' de forma misteriosa. Pocos años después, suerte que en esa ciudad llueve poco, se inundaba el búnker de la Intervención de Armas, por suerte, las estanterías impidieron que las armas sufrieran daños. El Ayuntamiento siguió con el arreglo de una obra que ya había pagado.
La puerta de acceso al cuartel está mas tiempo rota que funcionando, sin que el paso de los años y los distintos responsables encuentren la solución al problema, siendo las chapuzas constantes y económicamente más caro, que solucionar el problema directamente.
Uno de los bloques del edificio parece que quiere independizarse unilateralmente, con una grieta que va a más y que los técnicos consideran, que es normal; miren ustedes cada uno en sus edificios, si existen esas grietas. Todo ello en una instalación con diez años actualmente. Los desperfectos persisten durante años y nadie considera que existan problemas.
Y ahora, un temporal de viento, hace que caigan al suelo, baldosas de las ventanas, trozos de las paredes y todo eso en un lugar donde viven dieciocho familias con niños.
Los ciudadanos pueden estar tranquilos, las dependencias oficiales están seguras y no sufrirán daños. Por desgracia y como hemos visto en otros acuartelamientos y debido a la falta de sensibilidad de la Guardia Civil, en estos, solo viven guardias civiles.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles en Alicante (AUGC), una vez más, desengañados de la gestión de quienes deben velar por la seguridad de sus trabajadores, pedimos a los responsables políticos y policiales que tomen las medidas necesarias para que no ocurran hechos como los descritos, den las explicaciones oportunas sobre lo ocurrido y pidan responsabilidades, si las hubieran.