AUGC Burgos le recuerda al jefe de su Comandancia sus errores y las carencias en la provincia

AUGC Burgos le recuerda al jefe de su Comandancia sus errores y las carencias en la provincia

Desfile de la Guardia Civil en Burgos, durante la pasada festividad de El Pilar.
Desfile de la Guardia Civil en Burgos, durante la pasada festividad de El Pilar.

Próximamente el actual jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Burgos, el teniente coronel Miguel Salom Clotet, se marchará a otro destino, y la delegación de AUGC en esta provincia castellana le desea desde aquí lo mejor. Dicho esto, también cabe recordar cuál ha sido su paso por Burgos.

Llegó con unos puestos a lo largo de la provincia con casi ocupación plena, y se marcha con unos puestos casi vacíos de personal, donde lo único que hay es una bandera en el patio que se resiste a desalojarlos. Igualmente ocupamos el dudoso honor de ser la provincia de España con el índice más bajo de suboficiales al mando de estos puestos, haciendo que los mismos sean dirigidos por agentes de la escala básica, que se dejan el pellejo día a día dando lo mejor de sí mismos para atender lo mejor posible a los ciudadanos, aun sufriendo la merma en los medios humanos y materiales.

¿De esto tiene la culpa el jefe que se va? Pues siguiendo el símil de los equipos deportivos, el entrenador siempre tiene gran parte de culpa. Recordemos que es al primero que destituyen cuando las cosas van mal.

Burgos es la provincia que ha padecido durante varios años con el mayor absentismo laboral femenino, debido a la cicatera aplicación de la Ley de Igualdad, donde sí se conceden las reducciones de jornada para el cuidado de los hijos menores (igual que en cualquier trabajo) donde a la/el trabajador/a se le descuenta su parte de sueldo, pero no se suelen conceder (salvo recursos a órganos superiores) las concreciones horarias para ello, lo que hace que se reduzca la jornada durante un número de horas, por ejemplo, en un turno de noche sin poder decidir qué horas son las que necesita el peticionario, con los consiguientes problemas graves de conciliación.

Sin rebuscar mucho en Internet, nos encontramos con que los comentarios entre guardias civiles sobre esta comandancia no son nada positivos. Ello se debe, entre otras cuestiones, a la mala calidad de las viviendas en los puestos o la ausencia de posibilidades para alquilarlas en las poblaciones donde están ubicados. También a la ausencia de posibilidades sociales para los familiares de estos aentes y, sobre todo, a la castración de la iniciativa profesional que sufren cada vez que comienzan las patrullas diarias, con múltiples cometidos que impiden la iniciativa de contactar con los habitantes, conocer la demarcación, etcétera.

Y a todo ello añadimos los continuos informes negativos que sufren los agentes a la hora de solicitar cursos para promocionarse profesionalmente, con la excusa de que no hay personal suficiente cuando, curiosamente, hay multitud de personal fuera de sus destinos colocados a dedo (superando el tiempo máximo en esa situación) en puestos que no son los suyos.

¿Que se han tenido éxitos en cuanto a investigación? Indudablemente, tuvo el acierto de colocar a un gran profesional al frente de la policía judicial, pero pasado el tiempo este hombre no recibió el apoyo necesario y se vio obligado a marcharse de la provincia, afortunadamente su forma de trabajo quedó instalada en ese grupo y se siguen consiguiendo resultados positivos. 

Esta provincia a lo largo de los años ha perdido peso específico en la DGGC en Madrid, casi no se convocan vacantes y el resultado es que en los concursos nuestros compañeros optan por marcharse a otras provincias aunque estén más alejadas de sus orígenes con tal de salir de Burgos, se reciben vehículos a cuentagotas lo que hace que el parque móvil se vaya envejeciendo con vehículos de más de 400.000 kilómetros cuando la DGT dice que un coche de más de diez años es un peligro.

Seguimos sin tener chalecos antibalas suficientes y mucho menos adaptados a la fisonomía personal, los puestos adolecen de reparaciones, y las pocas que se realizan son parches que no solucionan el problema real del casi abandono al que están sometidos (Villasana fue declarado en ruina). Tampoco s ha abordado el problema de los agentes que hacen protección de edificios a los que no se les reconoce el derecho a cobrar el complemento de seguridad ciudadana, como si ellos no fuesen considerados guardias civiles.

Eso sí, se ha celebrado un gran desfile lleno de pompa y boato al que acudió lo más granado de la política y alta sociedad burgalesa, que no aportó nada positivo a la seguridad ciudadana, más bien al contrario, detrajo personal que en esos días deberían haber estado patrullando los pueblos y, sin embargo, se dedicaron más de 24 horas de trabajo por componente para realizar dicho desfile, malgastando el dinero público para ello, sin saber la cantidad exacta, pero mucho nos tememos que no salió nada barato cuando ese dinero bien se podía haber utilizado en modernizar un poco a la Guardia Civil con nuevo material.

Decir también que este desfile es gracias al alcalde de Burgos, porque sin su petición este desfile no se hubiese realizado, por mucho que ahora otros se quieran colgar las medallas, que curiosamente muy pocos de los condecorados en ese acto eran miembros de la escala básica, sí, aquellos que hemos dicho que dirigen los puestos de Burgos.

No hablaremos de los expedientes disciplinarios que abrió y se cerraron sin responsabilidad a los representantes de AUGC en Burgos por reclamar derechos para sus compañeros. Eso es agua pasada, y entendemos que es parte del juego que se libra en una institución donde todavía no está normalizada la democracia. Todo llegará. Le hemos llevado problemas y sus soluciones, nunca hizo nada por resolverlos, así que decidimos no volver a reunirnos con él, pues era un tiempo perdido.

Esperemos que el nuevo jefe traiga nuevos aires a esta comandancia. Creemos que ha cometido errores como todo el mundo, pero tal vez el peor de todos ha sido la prepotencia, la soberbia. Cabe mencionar que en la última reunión de despedida de los jefes de unidad (la mayoría de la escala básica) dijo que no veía motivo para pedir perdón, que no había cometido errores, curiosa afirmación cuando incluso la Ministra de Defensa pide perdón por los errores cometidos por otros. Todos nos equivocamos, incluido él, aunque no lo reconozca. Lo dicho: Que tenga un buen destino fuera de esta noble provincia. 

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