El retraso en el pago de dietas genera un descalabro en la economía de familias de guardias civiles

Los integrantes de la Unidad de Helicópteros de Cádiz comisionados en Ceuta llevan casi dos meses debiendo adelantar de su dinero el pago en manutención y alojamiento.

Helicóptero de la Guardia Civil.
Helicóptero de la Guardia Civil.

AUGC ha denunciado en diversas ocasiones la escasez de las cantidades destinadas a pagar las dietas de los guardias civiles en comisión de servicio. Unas cantidades que difícilmente pueden costear los gastos mínimos en manutención y alojamiento dignos. A esto se le añade ahora un nuevo problema que afecta gravemente a las economías familiares de los agentes: el retraso en el abono de las dietas, lo que les obliga a adelantar el pago de sus propios bolsillos.

El último caso de esta situación lo encontramos en la Unidad de Helicópteros de la provincia de Cádiz, en la que se encuentran destinados once miembros (seis pilotos de helicóptero, cuatro mecánicos y un guardia civil en la PLM), parte de los cuales deben desplazarse cada semana a Ceuta en comisión de servicio.

El tiempo de cada comisión en la ciudad autónoma de Ceuta suele ser de una semana de duración. Así, mientras que el helicóptero permanece siempre en Ceuta, son las tripulaciones las que se relevan cada semana. De esta manera, los miembros de esta unidad suelen permanecer una semana en Ceuta y otra en su destino alternativamente, es decir, pasan la mitad del tiempo fuera de casa y de la familia.

La estancia en Ceuta es en un hotel, que pese a contar con las tarifas más asequibles en cuanto a relación calidad-precio, aun así exceden la cantidad contemplada por las dietas, de manera que los guardias civiles deben abonar la diferencia. Además, y dado que el comedor del hotel cuenta con un horario establecido, que pocas veces coincide con el del servicio, los agentes deben comer en distintos establecimientos, lo cual provoca que el dinero destinado a manutención sea insuficiente para cubrir los gastos de desayuno, comida y cena.

A todo este gasto cabe añadir que estos agentes llevan casi dos meses sin percibir dieta alguna, debiendo adelantar ese dinero de su sueldo, con lo cual se está generando en muchas familias un descalabro bastante grave y una situación insostenible, ya que la mayoría de ellas sólo tienen como únicos ingresos los del Guardia Civil, y si a estos ingresos se les detrae más de la mitad, la situación familiar queda muy mermada, siendo imposible en algunos casos hacer frente a gastos de alimentación, hipoteca, facturas de luz y agua, estudios de los hijos, etcétera.

No resulta de recibo que en la Guardia Civil se produzcan situaciones como ésta, inconcebibles en un cuerpo policial moderno y transparente.

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