Ildefonso Gallardo, secretario general de AUGC Ciudad Real, es la penúltima víctima de la línea represora de la Guardia Civil contra representantes de nuestra asociación para tratar de acallar a golpe de expedientes disciplinarios su labor asociativa, algo especialmente grave, puesto que supone una irregularidad y anomalía democrática que se pretenda acallar a golpe de expedientes a quienes ponen voz a los problemas de los guardias civiles.
El pasado mes de enero se le notificaba a Gallardo una falta grave por “negligencia grave en el cumplimiento de las obligaciones profesionales o de las órdenes recibidas” en la confección de un atestado con tres delitos atribuidos a un conductor: negativa a sometese a la prueba de alcoholemial, negativa a la de drogas y presentar síntomas de alcoholemia. Pese a que en la portada de este atestado, la hoja resumen y la diligencia de información sólo se consignan dos de estos delitos, el atestado está completo, y el guardia civil (y representante de AUGC) lo realiza por los tres. Se trata de un pequeño error que resulta irrelevante, pues el agente se limita a realizar una valoración y el juez es quién dictamina la comisión de los delitos o la inocencia.
Tras la notificación de enero, y tras la instrucción, el comandante instructor rebajó la falta a la categoría de 'leve'. Sin embargo, luego el general de la Agrupación de Trafico la subió de nuevo a grave. Tras transurrir seis meses sin resolución, la falta caducó el pasado 14 de julio.
Sin embargo, ahora, el 10 de octubre, le vuelven a notificar la misma falta grave, para empezar de nuevo, argumentando que los hechos no han prescrito. Del atestado se celebró juicio rápido, y el detenido fue condenado por los tres delitos. No hubo quejas del fiscal o juzgado.
El capitán y el sargento coordinador de Tráfico de Ciudad Real reconocieron en manifestación ante el instructor y el abogado de AUGC que la confección del atestado no afectó en nada al resultado del juicio, y que anteriormente algunos tipos y casos de omisión similar en atestados se había solventado con llamada al instructor para modificación, pero que en esta ocasión se propuso falta grave.
Cabe destacar que, desde el nombramiento de Ildefonso como secretario de organización y después secretario general en Ciudad Real, en dos años ha recibido tres faltas graves, cuando hasta entonces su expediente estaba inmaculado.
Para AUGC, es evidente que aún continúan algunos mandos sin aceptar que la labor asociativa ha llegado para quedarse, y unas nuevas relaciones laborales deben establecerse. Pero en lugar de avanzar y aceptar nuevos aires de cambio, algunos aprovechan el Régimen Disciplinario contra los representantes de AUGC con el objetivo de ejemplificar en estos su carácter represivo como aviso para navegantes.
AUGC es consciente de esta práctica, y seguirá denunciándola y combatiéndola por todas las vías a su alcance en todos los casos.