• La Guardia Civil, en vez de reforzar aquellas unidades con falta de personal o con un incremento considerado de las diligencias, se empecina en mantener su política de dispersión por el territorio que en nada beneficia al ciudadano y al servicio público de seguridad ciudadana que reclama.
AUGC lleva años reclamando una redistribución de las fuerzas de la Guardia Civil en la Comunidad de Madrid. Una redistribución que la haga más operativa y eficaz, donde dejen de operar las unidades con horario de oficina que no ofrecen a los ciudadanos una verdadera seguridad ciudadana. AUGC ha insistido estos últimos años en la necesidad de concentrar aquellos Puestos Ordinarios de la Comunidad en Puestos Principales, preparados para atender las necesidades de sus vecinos las 24 horas del día los 365 días del año. Algo que parece obvio: puestos con menos 10-15 componentes no pueden dar un buen servicio y son costosos, no lo es para la Guardia Civil que ha decidido dividir uno de los Puestos Principales de nuestra Comunidad que mejor funcionaban, el de Daganzo, en dos puestos, quedando este como Puesto Ordinario y perdiendo su categoría de Principal en detrimento del nuevo de Paracuellos del Jarama. Donde antes teníamos una “verdadera comisaría” de policía ahora tenemos dos puestos con escaso personal, aunque uno sea Principal, y, por tanto, peor servicio al ciudadano.
Hasta hace apenas unas semanas el municipio de Daganzo contaba con un Puesto Principal con sus respectivas áreas: Seguridad Ciudadana, Atención Ciudadana, Área de Investigación y personal específico para los casos de violencia de género. Este Puesto velaba por la seguridad de otros cuatro municipios cercanos, entre ellos el de Paracuellos del Jarama. Y han sido precisamente las quejas llegadas desde este ayuntamiento, por un incremento de la delincuencia en su urbanización Miramadrid, lo que ha llevado a la Guardia Civil a tomar la decisión salomónica de dividir el Puesto Principal de Daganzo por la mitad. Solución que no solo no mejorará la seguridad ciudadana, sino que claramente va a perjudicar la efectividad del Puesto de Daganzo con más de 2.000 diligencias al año.
Los primeros problemas ya se han dejado notar porque se han dado tanta prisa por inaugurar el nuevo Puesto que se han olvidado en la Comandancia que los guardias tienen un mes de permiso de incorporación, por lo que muchos de los agentes del antiguo Puesto que han optado por aceptar (han sido voluntarios forzosos) el nuevo destino aún no se han incorporado y son los que han quedado en Daganzo (la mitad del personal que había hace unos meses) los que tienen que seguir haciéndose cargo del trabajo del nuevo puesto. Pero como las prisas no suelen ser buenas para nada, aquí la premura ha hecho que el nuevo Puesto carezca de calabozos para los detenidos y de sistemas de videovigiliancia, esto último aún más grave al encontrarse el Puesto dentro un edificio en el que hay un centro comercial, oficinas del ayuntamiento, un parquin público y cerca de una gasolinera. Todo un incumpliendo de los riesgos laborales de la Guardia Civil y de la seguridad de aquellos que vayan a hacer uso del centro comercial.
LA INAUGURACIÓN DE LAS INSTACIONES DE PARACUELLOS AFECTARÁ TAMBIÉN AL PLAN DE EMERGENCIA DEL AEROPUERTO DE BARAJAS.
Pero además Paracuellos va a tener que dar cabida a los componentes que llegan del Destacamento de Tráfico de Barajas, desmantelado también de la noche a la mañana. Un traslado que no responde a ninguna mejora operativa y que solo es una muestra más de la improvisación de la Guardia Civil, que primero realiza una fuerte inversión en unas infraestructuras para meses después abandonarlas. Un traslado que afectará gravemente a la seguridad aeroportuaria, ya que como reflejan los planes de emergencia del Aeropuerto madrileño es este destacamento el encargado del control y vigilancia de su zona viaria. Como así ocurrió en el trágico accidente de Spanair, los componentes del destacamento fueron los que facilitaron el acceso rápido a las unidades de emergencia de bomberos y SAMUR al lugar del siniestro.
Pero además este traslado también afectará a la operatividad porque si desde las instalaciones de Barajas se encontraban próximos a dos vías principales, M14 y A-2, ahora les han enviado al centro de un núcleo urbano cuya una vía cercana es la M113, una carretera convencional sin arcén que dificultará los tránsitos originando una pérdida de ratio en las horas de vigilancia y en respuesta a un accidente. Por lo que una vez más será el ciudadano el que termine pagando por esta nueva improvisación: pagará vía impuestos el dispendio económico y tendrá también un servicio público de peor calidad.
En cuanto a la situación personal de los casi 60 agentes del destacamento de Barajas, han comprobado estos días el doble rasero que tiene la Guardia Civil para medir los derechos de sus trabajadores. Así, mientras los destinados en el puesto si han visto como se les respetaba el permiso de incorporación, a los agentes de tráfico se les ha negado este derecho y de un día para otro tuvieron que hacer la mudanza. Tampoco fueron informados en tiempo del cambio y tuvieron que enterarse el día 30 de septiembre, unos a través de wassap otros por mail y solo unos pocos verbalmente, que el 1 de octubre comenzaban en Paracuellos. Desconociendo aun, todos ellos, en qué condición se encuentran si están en comisión de servicio o en cualquier otra.
Por todo ello AUGC Madrid se pregunta a que responden estos cambios, que se han ocultado hasta el último momento a los trabajadores afectados, a que intereses ocultos responde la creación de este Puesto de Paracuellos del Jarama y a quién beneficia, puesto que no supone ninguna mejora en su seguridad ciudadana y mucho menos en la seguridad vial.