La Asociación Unificada de la Guardia Civil alertó ayer en Lugo de que los guardias civiles que se encargan de la vigilancia exterior de las cárceles españolas podrían dejar de realizar este cometido, del que podrían ocuparse guardas de seguridad. La medida afectaría en el caso de la provincia lucense, donde existen dos prisiones, a alrededor de unos cien agentes.
El colectivo dice que esos agentes podrían ser utilizados para reforzar las unidades de conducción de presos. La asociación explicó que ya recibió muestras de preocupación de muchos perjudicados que aseguran que tienen fijada su residencia en los núcleos donde están las prisiones y que no tenían planteado trasladarse.
La asociación expresa que el cambio de los guardias civiles por seguridad privada debe ser con las vacantes que se produzcan en el futuro, con lo cual no resultaría afectado ningún compañero. La AUGC tiene previsto entrevistarse con diversas autoridades para exponer el problema.
Interior lo niega
Una portavoz del Ministerio del Interior negó ayer que estuviese en cartera que la Guardia Civil dejase de vigilar las cárceles en las que desempeña labores de vigilancia del entorno.
Las mismas fuentes admitieron que el ministerio tiene en estudio la propuesta de incorporar escoltas que trabajaban en el País Vasco como apoyo de los guardias civiles en la vigilancia de las cárceles.
