AUGC Toledo denuncia el lamentable estado de los pabellones destinados a los guardias civiles

Mientras que las viviendas para los mandos presentan un aspecto impecable, los trabajadores de base deben lidiar con instalaciones obsoletas, sucias y llenas de desperfectos que tienen que subsanar ellos mismos.

Aspecto de una de las viviendas asignadas a guardias civiles.
Aspecto de una de las viviendas asignadas a guardias civiles.

Como ya ha denunciado nuestra Asociación en multitud de ocasiones, la gestión de las viviendas que el Cuerpo dispone para sus miembros adolece de una falta de transparencia inaceptable y un trato discriminatorio hacia los agentes de menor rango. En este sentido es conocido el estado lamentable  de muchos de los pabellones asignados a los guardias civiles, lo que contrasta con situaciones de auténtico despilfarro de dinero público para reformar o mejorar  los asignados a los altos mandos, cuando precisamente estas viviendas, según datos de la propia Guardia Civil, son de las pocas que se encuentran en buen estado.

Es habitual que cuando un guardia civil solicita la mejora de la vivienda que se le ha adjudicado se le conteste que no existe presupuesto para ello mientras los pabellones asignados a los altos mandos se les entregan en perfectas condiciones no escatimando los costes que hagan falta. Las diferencias son escandalosas, y suponen un auténtico ataque a la dignidad de  los guardias civiles. Son números los casos de inversiones de miles de euros en viviendas de altos mandos mientras muchos pabellones se encuentran inhabitables por falta de reformas y mantenimiento de los mismos.

Por otra parte, cabe recordar que el Gobierno, no facilita datos de la inversión en pabellones desglosado por categorías, alegando que no existe control sobre ello, pero lo cierto es que, de existir dicho desglose se podría comprobar, como ocurre ahora, en qué pabellones invierte el dinero la Guardia Civil, y en qué otros son en muchas ocasiones los propios guardias civiles quienes han de hacer frente a las reformas, éstas sí absolutamente necesarias para garantizar unas mínimas condiciones de habitabilidad de las viviendas.

Además, en términos numéricos también en este caso existen diferencias en la institución en función del rango del guardia civil. Así, sólo existen 27.942 pabellones (de los 33.999 del total) destinados a guardias civiles de la escala de Cabos y Guardias, integrada por 65.641 agentes. En términos porcentuales, un 60% de los guardias civiles de base carecen de pabellón. Hablamos de trabajadores que se encuentran destinados lejos de sus lugares de origen, y que con sus sueldos apenas pueden costearse el alquiler de una vivienda.

En cuanto a las dimensiones de unas y otras viviendas, también son muy distintas. Mientras los pabellones de Mando oscilan los 130 m2, con cuatro habitaciones, dos baños, amplia cocina, despensa, y con diversas  reformas a través de los años que se hacen cada vez que  cambian de adjudicatario, los pabellones para  los suboficiales y guardias civiles disponen de 54 metros cuadrados donde deben encajar tres habitaciones, la cocina y un baño.

Los últimos mandos que se han incorporado a Toledo se han encontrado con sus viviendas limpias y  pintadas por guardias civiles, supuestamente pagada del erario público, mientras los guardias civiles al solicitar mejoras se les contesta que no hay dinero para ello.

Mientras los pabellones de Mando oscilan los 130 m2, con cuatro habitaciones, dos baños, amplia cocina, despensa, y con diversas  reformas a través de los años que se hacían cada vez que  cambiaban de adjudicatario mientras los pabellones para  los suboficiales y guardias civiles están en 54 metros cuadrados con tres pírricas habitaciones, baño y cocina, siendo el pasillo distribuidor el que haces las veces de  salón

Como podemos ver en la imagen, correspondiente a la provincia de Toledo, los pabellones que se adjudican a los guardias civiles presentan un estado lamentable, con goteras, suciedad, nidos de aves e instalaciones eléctricas obsoletas, entre otras carencias.

Esta es la forma en que las altas jerarquías de la Guardia Civil, donde muchos de los cuarteles dan una imagen pésima en cuanto a su estado, disponen y organizan la gestión de las viviendas del Cuerpo. La precariedad y austeridad parece que sólo son aplicables a las escalas más bajas.

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