La sede de la comandancia provincial en Córdoba, donde trabajan 300 guardias civiles y residen más de 200 personas, lleva tiempo sufriendo continuos cortes en el fluido eléctrico que duran varias horas, impidiendo que el personal de varias unidades y especialidades –Tráfico, Policía Judicial, Seprona, Intervención de Armas, y otras– pueda trabajar con normalidad, al afectar a los equipos informáticos y otras herramientas de trabajo, así como a los sistemas de climatización, con lo que ello conlleva en plena ola de calor en la ciudad que más padece el rigor del verano en todo el país.
Pero esos cortes de luz no afectan solo a las dependencias oficiales, sino también a las más de 120 viviendas ubicadas en el recinto, perjudicando a las familias residentes al ocasionar averías en electrodomésticos, impedir que puedan utilizar la climatización para mitigar el intenso calor, e incluso poner en riesgo la seguridad de las personas al haber ardido algunas instalaciones eléctricas.
El acuartelamiento de Córdoba fue construido para uso militar en 1901, hace más de un siglo, y ocupado por la Guardia Civil desde 1932, por lo que su instalación eléctrica es obsoleta y claramente insuficiente para garantizar el fluido necesario en tantas oficinas y viviendas. De hecho, es una de las únicas tres comandancias que aún tiene centralizado el consumo eléctrico a través de un solo contador.
Hace unos meses los guardias civiles residentes tramitaron instancias a la dirección general de la Guardia Civil solicitando que se mejore y actualice el tendido eléctrico para evitar problemas como el que ahora se está produciendo, y al objeto de poder instalar contadores individualizados en todas las viviendas, de modo que puedan contratar con aquellas empresas que más les convengan, porque al facturarse el consumo de todo el recinto a través de un único contrato, las familias afrontan cuantías mucho mayores de las que pagarían si tuvieran facturación individualizada.
Sin embargo, hasta el momento la dirección general ha dado la callada por respuesta, a pesar de los graves incidentes que están teniendo lugar durante las últimas semanas, y a pesar de que en las solicitudes tramitadas se hacía constar que las instalaciones eléctricas de la mayoría de esas viviendas carecen del informe técnico correspondiente establecido en la normativa reguladora, con el que se debe certificar que la instalación cumple todos los requisitos necesarios para el suministro.
Y esa inacción por parte de la dirección general de la Guardia Civil es más grave aún teniendo en cuenta que, al parecer, ya en 2016 la jefatura provincial de Córdoba elevó una propuesta para que se estudiara la viabilidad de modificar el tendido eléctrico de dicho recinto.
