En relación a los lamentables hechos ocurridos la pasada madrugada en el Cuartel de la Guardia Civil de Chiclana de la Frontera (Cádiz), donde varios guardias civiles fueron brutalmente agredidos por un individuo de 26 años, queremos expresar nuestra profunda preocupación y consternación. Estos trágicos sucesos ponen de manifiesto, una vez más, el inmenso riesgo al que nuestros guardias civiles se enfrentan día a día en el cumplimiento de su deber. Son el pilar fundamental de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y merecen un reconocimiento adecuado.
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— AUGC Guardia Civil 🇪🇸 (@AUGC_Comunica) September 17, 2023
En AUGC llevamos años luchando incansablemente para que se reconozca a los guardias civiles como profesionales de ‘grupo de riesgo’. Su trabajo los expone constantemente a situaciones peligrosas, y es imperativo que cuenten con los medios adecuados para protegerse a sí mismos y a la sociedad que juraron defender. El principio de autoridad está debilitado, las agresiones sobre los agentes aumentan cada año. Es necesario reforzar ese principio y aumentar las penas contra las agresiones a las FCS. A día de hoy, es inaceptable que, a diferencia de otros cuerpos policiales, nuestros guardias civiles no tengan índices correctores para su jubilación. Es injusto que quienes arriesgan su vida por la seguridad de nuestro país no reciban las garantías necesarias para un retiro digno. Esta situación es un agravio que no puede persistir en la seguridad pública de España.
Desde AUGC, como asociación mayoritaria en afiliación, no podemos permitir que los guardias civiles se retiren con pensiones que no reflejan los riesgos que han enfrentado durante su carrera profesional. Exigimos la implementación de índices correctores adecuados para garantizar una jubilación digna y la consideración por parte de la Administración de los riesgos diarios que nuestros guardias civiles enfrentan.
Es hora de que se haga justicia y se brinde el reconocimiento y apoyo que los guardias civiles merecen. La seguridad de España depende de ellos, y es nuestro deber asegurarnos de que reciban el trato y la protección que necesitan y merecen. Además es fundamental como prometió el ministro del Interior, Grande Marlaska, la implantación de las denominadas zonas de especial singularidad y que se dote a los guardias civiles de las herramientas necesarias, como las pistolas taser o cámaras corporales que pueden marcar la diferencia en situaciones de peligro extremo y evitar agresiones sobre los agentes como las ocurridas.
