¿Qué está pasando con el Servicio Aéreo de la Guardia Civil? Tiene casi el 50 % de la flota en tierra, y el trabajo no puede mejorar si no se tienen los medios para poder realizarlo. Parece que la Dirección General de la Guardia Civil no se está dando cuenta de que si no tenemos nuestros helicópteros en vuelo no tenemos presencia, no podemos ayudar a la ciudadanía y todo el personal del Servicio Aéreo sufre una gran frustración por no poder realizar su trabajo.
Muchas son las carencias que existen en este servicio: cuando no hay herramientas, faltan repuestos, y la falta de personal técnico es cada vez más sangrante. Éstas son solo algunas de las carencias que más se sufren diariamente en estos puestos de trabajo.
Desde AUGC peticionamos la implicación del Gobierno y militares en la coordinación de los medios aéreos de la Guardia Civil haciendo una reflexión sobre las condiciones que deben reunir las aeronaves operativas.
La situación real es alarmante, llegando alguna unidad a estar durante casi tres semanas sin helicóptero. AUGC pedirá explicaciones sobre estos hechos.
Ante esta inoperatividad nos preguntamos varias cuestiones: ¿de qué sirve tener una unidad periférica, con todos los costes que implica, si no tienen una aeronave?, ¿cómo pueden dar servicio a la ciudadanía?
Con esto queremos decir que, aunque se aparque una aeronave en un hangar, el paso de los días también tiene un coste, no hay ahorro.
A diario podemos ver cómo se reduce el presupuesto en muchas unidades de la Guardia Civil, y así no se puede ser ni competitivo ni operativo ni dar el servicio adecuado y moderno del que presume la Guardia Civil.
Continuamente vemos cómo otros cuerpos policiales realizan inversiones en sistemas de seguridad modernos y eficaces contra las nuevas formas de terrorismo que estamos sufriendo, mientras que el Servicio Aéreo de la Guardia Civil, sin embargo, se va quedando a medio gas por carecer de presupuesto.
AUGC no se cansa de denunciar el presupuesto que la DGGC tiene para actos protocolarios de inútil relevancia policial, mientras otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado lo dedican a invertir en personal y material operativo para la seguridad de la población. Sin embargo, no vemos que ningún grupo político se escandalice por esta cuestión. Nos preguntamos cuándo se va a acotar esta impunidad del gasto público en desfiles inútiles, peregrinaciones religiosas y vajillas para agasajo de los altos mandos.
