El pasado día 3 de febrero el ministro del Interior imponía tres medallas a otros tantos oficiales de la Guardia Civil, para agradecer así el reconocimiento que el Ministerio de Asuntos Exteriores pretendía realizar sobre el Cuerpo, en concreto a los hombres y mujeres que visten el uniforme y trabajan en la zona del Estrecho de Gibraltar. Y digo pretendía porque no ha conseguido su propósito, pues pesar de la buena intención este acto no ha servido sino para desmotivar, y de qué manera, la función que en esta zona tan delicada realizan las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
Tal reconocimiento del citado Ministerio ha quedado reflejado en condecoraciones que colgaran de unos uniformes pertenecientes a jefes que hoy por hoy no desarrollan tareas operativas, ni patrullan por tanto, las aguas del Estrecho, ni persiguen narcotraficantes jugándose la vida en ello, ni rescatan personas a la deriva fruto de una inmigración dantesca y desoladora.
Una pena que ese reconocimiento a muchos hombres y mujeres termine en beneficio solo de algunos. Y es que, una vez más, desde las altas instancias se insiste en favorecer a los ya privilegiados con medallas ‘de despacho’, mientras que se ignora a los hombres y mujeres que cada día se juegan el tipo en el trabajo sobre el terreno, en este caso los miembros de la Comandancia en Algeciras, responsables de luchar contra la inmigración y el narcotráfico en una zona tan crítica como es el Estrecho de Gibraltar, donde además deben afrontar los habituales conflictos con la Royal Navy británica para proteger los intereses de España.
Ante este nuevo desprecio a los trabajadores de la Guardia Civil, AUGC ha remitido una carta de queja tanto al Director General, Arsenio Fernández de Mesa, como al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
En la misiva, AUGC expone al Director General que "Si se pretendía realizar un reconocimiento a la labor de los guardias civiles en relación al contencioso con Gibraltar, desde luego no parece que la concesión individual de tres condecoraciones, excluyendo al resto de hombres y mujeres que componen la plantilla de la Comandancia, sea la mejor manera de conseguirlo."Todos estos hombres y mujeres sin excepción -y no solamente tres de ellos, por más que ostenten un empleo de la escala de oficiales- requieren una mayor atención y reconocimiento a su trabajo".
Aquí puedes leer la carta enviada por AUGC a Exteriores y a la Dirección General
