El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha admitido a trámite el recurso contencioso-administrativo interpuesto por AUGCC contra la resolución de la Dirección General de la Guardia Civil por la que el pasado verano imponía la ampliación de la jornada laboral en la Agrupación de Tráfico hasta las 40 horas semanales -dos y media más que las que se realizan actualmente- para el periodo comprendido entre el 4 de junio y el 30 de septiembre
Se trata de un paso adelante en la acción de AUGC contra esta grave interpretación de la jornada laboral, que supone un unilateral e irregular quebranto de la jornada laboral de los agentes. Una decisión para la que, además, no se contó con la opinión de las asociaciones profesionales. Ahora, como se confirma, será la justicia la que tenga la última palabra, como tantas veces ha sucedido en los contenciosos entre AUGC y la Dirección General.
Y es que la ampliación de la jornada laboral impuesta de forma unilateral, al margen de un abuso contra los trabajadores, es además consecuencia de que tanto desde Interior y la Guardia Civil como desde la Dirección General de Tráfico se mire hacia otro lado para no reconocer la gran pérdida de patrullas a causa de los recortes en los últimos años, así como la falta de inversión en la conservación de las vías. La solución de volver a buscar el remedio apretando aún más a los trabajadores, ya de por sí perjudicados al seguir sin contar con una jornada laboral digna que respete el establecimiento de turnos de trabajo, tal y como se comprometió la Dirección hace dos años, no es admisible en un Estado de derecho.
Hay que recordar, además, que la especialidad de Tráfico de la Guardia Civil es el destino con mayor número de agentes fallecidos en acto de servicio, muestra del riesgo y sacrificio que realizan a diario miles de guardias civiles anónimos para dar seguridad y vigilancia en la carretera, un total de 332 miembros han perdido la vida desde que se creara esta especialidad.
Esta medida resulta prácticamente ridícula para el tratamiento de un problema tan grave como es la siniestralidad en la seguridad vial, mientras no se atienden propuestas como la digna gratificación de horas de servicio prestadas voluntariamente por los agentes, algo que sí produciría un verdadero aumento del potencial de servicio y mayor vigilancia y control de las carreteras.
En este sentido, cabe señalar la información difundida ayer por AUGC en la que daba cuenta de la restricción de los controles de drogas por parte de la Agrupación de Tráfico, una circunstancia ocasionada por una neglicencia administrativa que ha supuesto que, desde el pasado lunes, estas pruebas sólo se puedan realizar a los conductores en tres supuestos: accidente, infracción y signos evidentes que deriven en una actuación penal.
Por tanto, será nuevamente la acción de AUGC la que obligue al pronunciamiento de la justicia, como ya ocurriera con abusos anteriores adoptados por la Dirección General de la Guardia Civil y a las que los tribunales nos han dado la razón, como la denegación de celebración a petición de las asociaciones de un Pleno Extraordinario, el espectacular varapalo tras anular el Tribunal Supremo la Orden General sobre los derechos de las asociaciones profesionales de la Guardia Civil, o el reconocimiento al derecho de manifestación. Avances que deberían llegar como consecuencia del dialogo y el entendimiento, son conquistados por AUGC en los órganos jurisdiccionales, una muestra más de la falta de democracia interna que profesa un cuerpo de seguridad pública militarizado como la Guardia Civil.
