Recientemente se ha llevado a cabo una campaña promovida por la Dirección General de Tráfico (DGT) para controlar y revisar el estado de los vehículos más antiguos, de cara a detectar deficiencias que puedan suponer un riesgo para la seguridad vial, publicando que “los vehículos con más de diez años de antigüedad no cuentan con las mejoras técnicas de seguridad activa y pasiva que ya traen incorporadas los modelos más nuevos”, así como que “en este tipo de vehículos se duplica el riesgo de fallecimiento en caso de accidente respecto de los vehículos más nuevos”.
Sin embargo, el Ministerio del Interior y la Dirección General de la Guardia Civil no predican con el ejemplo ni muestran esa misma preocupación y nivel de exigencia respecto a sus propios vehículos.
Por ejemplo, AUGC ha podido comprobarlo mediante un estudio que ha realizado sobre el estado del parque móvil de la Guardia Civil en la provincia de Córdoba, excluyendo los vehículos de la Agrupación de Tráfico, gracias a la colaboración de sus vocales en todas las unidades y poblaciones, porque la Dirección General no facilita datos oficiales.
Y los resultados son bastante preocupantes, porque más de la mitad de los vehículos superan los diez años de antigüedad, en algunos casos con creces, excediendo varios los 15 años y llegando incluso a los 20 años, concretamente uno asignado a la vigilancia del centro penitenciario. De hecho, la edad media de todo el parque móvil es de más de siete años, lo cual evidencia el envejecimiento del mismo.
Ello va unido lógicamente a un considerable exceso en el kilometraje, hasta el punto que la media es de más de 187.000 kilómetros recorridos, superando los 200.000 más del 70% de los vehículos, pero es que el 40% tienen más de 300.000 kilómetros, y varios de ellos superan los 400.000 (vehículos de Pozoblanco, Almodóvar, Fuente Palmera, La Victoria y Seprona de Villanueva de Córdoba). El triste ‘récord’ lo ostenta un furgón para el traslado de presos adjudicado a la Sección de Seguridad Penitenciaria, que acumula más de 470.000 kilómetros.
Debido a esa excesiva antigüedad y kilometraje, muchos de los vehículos sufren habitualmente averías por las que deben permanecer una gran parte del tiempo en talleres a la espera de ser reparados, por lo que las unidades afectadas se ven obligadas a usar continuamente los que quedan disponibles, recargándolos de kilómetros y generándoles el mismo problema que sufren los viejos. Incluso se llega al punto de tener que “prestarse” vehículos de unos Puestos a otros. A ello debe añadirse que la Dirección General limita el uso de los nuevos a un máximo de 1.000 kilómetros mensuales, lo cual complica aún más la situación.
Cada año se gastan cuantiosas cantidades de dinero en continuas reparaciones de vehículos que, por su antigüedad y kilometraje, están inoperativos la mayor parte del tiempo, lo cual supone un derroche para las arcas públicas que no redunda en un mejor servicio a la ciudadanía.
Otro dato preocupante detectado por AUGC en su análisis es que sólo el 16% de los vehículos disponen de mampara de seguridad para trasladar detenidos en los asientos traseros, lo cual no sólo supone un riesgo para los agentes sino también para otros usuarios de las carreteras, porque a pesar de ir engrilletados los detenidos tienen libertad de movimientos sin nada que le impida molestar o agredir al agente que conduce el vehículo.
Por ejemplo, en la 1ª Compañía, que engloba los Puestos de Peñarroya, Fuente Obejuna, Hinojosa, Belmez, Espiel, Villaviciosa y Villanueva del Rey, sólo hay un vehículo que disponga de mampara, ubicado en Peñarroya.
También se ha comprobado que la distribución del parque móvil existente no es la más adecuada, porque en muchos Puestos se necesitan vehículos todoterreno y no turismos, que no son útiles para prestar servicio en zonas rurales. Resulta ilógico que en la zona de la Campiña haya más vehículos todoterreno que en la zona de la Sierra cordobesa, donde la orografía y demarcación hacen más necesario este tipo de vehículos.
Igualmente preocupante es que, a aquellos vehículos cuyo desgaste de neumáticos es mayor y más rápido por las características de las carreteras, sobre todo en la zona de la sierra, se les instalan neumáticos “de medio uso” hasta que según el calendario establecido les toque la instalación de otros nuevos.
En cuanto a las motocicletas adjudicadas a Seguridad Ciudadana y Seprona, la antigüedad media es superior a 12 años, llegando varias de ellas a los 18 y a los 20 años, sobre todo las asignadas a las Patrullas de Protección de la Naturaleza de Rute y Baena.