El pasado lunes AUGC informaba de la puesta en marcha de una encuesta por parte de la Jefatura de la Agrupación de Tráfico, desde su gabinete de psicología (ya que no existe uno de Prevención de Riesgos Laborales, que es el que debiera hacerse cargo de estas cuestiones) disponible desde 1 al 16 de junio de 2017 (ambos inclusive) a través de Intranet en la plataforma de teleformación.
En este cuestionario se pide que los componentes de la Agrupación muestren su opinión a diversas cuestiones, como pueden ser sus preocupaciones, motivaciones, seguridad y formación.
Sin embargo, y transcurrida ya la primera semana desde que se abrió esta encuesta, desde AUGC hemos constatado la escasa participación de los trabajadores en la misma, que apenas alcanza un triste 6%, cuando la previsión era que a estas alturas fuese de entre un 30 y un 40%. Un hecho que viene a demostrar la enorme desmotivación que existe entre los guardias civiles de la Agrupación de Tráfico.
De la pobre acogida de esta iniciativa cabe también culpar a la Jefatura de la Dirección de Tráfico, que no ha contado, una vez más, con las asociaciones profesionales a la hora de definir los contenidos del cuestionario y de las posibles medidas a abordar en previsión de las carencias que con toda seguridad van a desvelar las respuestas al mismo.
Por otra parte, y pese a que desde la Agrupación se afirma que las respuestas son totalmente anónimas, no dudamos de que el recelo general que impera entre los trabajadores del Cuerpo.
Una vez más, la Guardia Civil parchea chapuceramente las grietas que presenta la institución. Sin asumir compromisos firmes, lanza una encuesta sin consensuarla antes con los representantes de los trabajadores, y ante la que no adquiere compromiso concreto alguno.
Es sabido y notorio que son muchos los problemas que aquejan a los guardias civiles de Tráfico. En primer lugar, se trata de la especialidad que más accidentabilidad y bajas en acto de servicio sufre, por lo que AUGC no se explica cómo no existe ningún órgano encargado en prevención laboral ni profesional titulado se encargue de esta cuestión.
Otro tema que provoca una gran desmotivación en los trabajadores es el de la percepción de productividad, puesto que la mayor parte del personal operativo de la escala de Cabos y Guardias queda excluido. Esto provoca que el guardia civil no se sienta recompensado por las funciones que desarrolla, y que comportan la asunción de un riesgo y penosidad en el servicio. Y un guardia civil que no se siente recompensado retributivamente es un trabajador desmotivado.
Esta desmotivación genera lógicamente un escepticismo ante iniciativas como esta encuesta, que muchos guardias civiles no consideran sino un nuevo brindis al sol de la Agrupación de Tráfico, carente de un compromiso serio de poner remedio a las carencias de todo tipo que sufren en su trabajo diario. No es extraño, pues, que la participación en el cuestionario resulte paupérrima.
