AUGC debe volver a denunciar que la Guardia Civil sigue buscando compensar la falta de efectivos en el Cuerpo a costa de poner en riesgo la vida de los agentes para beneficio de la estadística, reajustando normas para que se realicen controles sin la seguridad necesaria.
Se trata de una práctica inédita en ningún otro cuerpo policial, y que no solo supone una amenaza para la seguridad de los guardias civiles, sino también para el conjunto de los ciudadanos.
Es el caso de la reciente modificación por parte de la Jefatura de la Agrupación de Tráfico de las normas de los dispositivos operativos a adoptar en los controles preventivos de alcoholemia.
Así, en un comunicado recientemente difundido a los agentes se establece la existencia de un dispositivo operativo REDUCIDO, “en el cual intervendrán dos o tres componentes”, según se indica.
No es difícil deducir que esta rebaja del número de agentes en los controles (hasta ahora el efectivo mínimo para ellos era de cuatro guardias civiles, cifra que aumenta en los que se realizan de noche) implica necesariamente una rebaja en sus condiciones de seguridad ante cualquier posible incidente.
Sin embargo se trata de una amenaza que evidentemente desde la Dirección General se prefiere obviar, pues para ellos parece prioritario engordar las estadísticas del número de controles realizados por encima de la obligada protección de sus trabajadores.
Nos encontramos por tanto ante una nueva muestra del criterio predominante en la institución, y que tantas veces ha criticado AUGC: maquillaje estadístico y negación de la realidad antes de asumir y solucionar los graves problemas existentes, ya sea la carencia de personal, el elevado índice de suicidios en el Cuerpo, la discriminación que sufren los guardias civiles respecto al resto de policías, la falta de medios materiales o la nula integración de la mujer.
