La Guardia Civil cierra el cuartel de Ariño en Teruel tras la constante pérdida de agentes en la provincia

El Puesto de la Guardia Civil de Ariño cerró sus puertas este martes, 11 de marzo, tras años de agonía por la falta de personal

Cuartel de Ariño Teruel.
Cuartel de Ariño Teruel.

El Puesto de Ariño se encontraba en unas dependencias municipales de la localidad cedidas para atender a la ciudadanía de su área de vigilancia, desde que el anterior, construido en los años 70 del siglo pasado y el cual fue derribado en 2014 por riesgos de derrumbe fue clausurado.

Por ello desde el martes, 11 de marzo, la ciudadanía de las poblaciones de Ariño, Oliete y Alacón pasarán a ser atendidos desde otros dos cuarteles cercanos, concretamente Albalate del Arzobispo y Muniesa.

Con este cierre, el despliegue de la Guardia Civil de la provincia pasa a tener 31 puestos o cuarteles, aunque no sería de extrañar que alguno de estos podría correr la misma suerte que el de Ariño, debido sobre todo al grave problema de agentes que siempre está presente en todas las unidades de la provincia de Teruel, escenario hoy en día si cabe más agravado con la pérdida de otros 22 Agentes por los destinos recientes de los últimos días.

La clausura del cuartel de Ariño no hace más que confirmar la crónica de una muerte ya anunciada y que llega como consecuencia del destino fuera de la provincia, del último de sus agentes, lo que hacía y hace a todas luces que esta unidad de la Guardia Civil fuera inviable a la hora de prestar servicio efectivo de seguridad, ya que no daba ni para crear una patrulla.

Desde AUGC Teruel desconocemos dónde se reubicarán los puestos de trabajo de Ariño, que incluían: 1 suboficial, 1 cabo y 6 guardias civiles, aunque la problemática surgida en Alcañiz con los calabozos sugiere que podrían ampliarse vacantes en esta localidad.

AUGC defiende que para mejorar el servicio a la ciudadanía de la provincia es necesaria una reorganización territorial, que aglutine unidades con más guardias civiles, aunque conlleve el cierre de pequeños puestos, a todas luces insostenibles cuando ya hemos alcanzado el primer cuarto de siglo, por ello siempre defenderemos que es mejor tener patrullas operativas en la calle que cuarteles con uno, dos o tres agentes, los cuales como decimos carecen prácticamente de operatividad en funciones de seguridad.

La España interior, despoblada y vaciada, tiene un grave problema de seguridad, justamente ayer la Directora General de la Guardia Civil Mercedes González en su comparecencia en la Comision de Interior del Congreso de los Diputados, vendió un panorama de cifras mareantes y otras absurdas que rallaron el ridículo en su comparecencia, pudiéndose coprobar el nulo grado de conocimiento y preocupante falta de realidad diaria que tiene de la institución que dirige, siendo sinceros solo le falto citar en su comparecencia lo que hizo aquel mando que durante la pandemia dijo lo de las «naranjas y limones treinta kilos devueltos a su dueño».

Por ello, nuevamente instamos a las instituciones y personas competentes a un diálogo para la reestructuración de la Guardia Civil en la provincia, con el compromiso de que si se cierra un Cuartel se aumente el número de patrullas en la calle y de que una vez por todas se garantice un servicio efectivo rápido y efectivo y dejen de “maquillarse” tiempos de respuesta a las incidencias que ni en “avión a reacción” se consiguen.

 

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