Después de los trabajadores del sector sanitario, los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado integran la siguiente línea de respuesta contra la pandemia provocada por el coronavirus. Todos ellos están sufriendo las consecuencias de su fuerte exposición al contagio, pero, de todos ellos, son los guardias civiles los que están llevándose de lejos la peor parte.
Y es que, a la falta de diálogo que viene mostrando la directora de la Guardia Civil, ahora hemos de sumar la falta de respuesta a cuestiones planteadas o informes solicitados. Por este motivo, según datos a los que ha tenido acceso AUGC, el número de trabajadores de la Benemérita contagiados a fecha 14 de abril era de (1.483) prácticamente duplica al de policías nacionales (751) y al de los policías locales de toda España (868).
La distancia también repercute en la cifra de fallecidos, ya que mientras que son siete los guardias civiles que han perdido la vida por el coronavirus, cuatro son los policías nacionales fallecidos, además de un policía local y un mosso.
Son unas diferencias muy significativas, teniendo en cuenta que no existe esa disparidad en el número total de agentes de cada colectivo: 78.000 guardias civiles, frente a 67.000 policías nacionales y 69.000 locales.
La distancia también repercute en la cifra de fallecidos, ya que mientras que son siete los guardias civiles que han perdido la vida por el coronavirus, cuatro son los policías nacionales fallecidos, además de un policía local y un mosso.
Sin embargo, los números se equilibran cuando se observan las cifras de agentes aislados, ya que, mientras que en la Guardia Civil se encuentran en esta situación un total de 2.384 trabajadores, en la Policía Nacional el número asciende a 2.360. En cuanto a los policías locales, nos encontramos con 1.671 en esta situación.
Desde AUGC creemos que esta notable brecha en las cifras de la Guardia Civil respecto a los otros dos cuerpos policiales responde a la carencia de medios de protección y de medidas organizativas adecuadas en la Benemérita, como la aplicación de turnos de trabajo de equipos estancos, cuestiones que desde esta asociación profesional venimos denunciando desde el comienzo de esta crisis y que suponen la contravención de obligaciones legales y la vulneración de derechos fundamentales y profesionales de los miembros de la Guardia Civil.
Estas cifras son todavía más preocupantes si tenemos en cuenta que, a diferencia de otros cuerpos policiales, donde podría existir más propagación del contagio epidémico, ya que tienen a su personal reunido en grandes unidades de ciudades con un elevado número de habitantes, los integrantes de la Guardia Civil se encuentran más descentralizados, ubicados en el entorno rural del resto del territorio nacional.
AUGC ha recurrido a distintas instancias, incluidas la vía judicial y la interpelación directa a la Dirección General a través de la presentación de un requerimiento formal, para que se solucionen estos problemas, pero no ha obtenido ante sus reclamaciones respuesta positiva alguna. La última muestra de esta falta de comunicación la hemos tenido con la respuesta que desde la Dirección General se nos ha dado recientemente por escrito, y en la que, con los mismos argumentos manidos de siempre, se recurre a pretextos con los que se elude acción y responsabilidad alguna.
