Como consecuencia de una reciente reestructuración, la plantilla de guardias civiles dedicados a la investigación de accidentes de circulación ha quedado tan reducida que en muchas ocasiones no hay personal disponible en la capital de la provincia, por lo que los siniestros y delitos contra la seguridad vial que se producen en vías tan relevantes como la autovía A-4, y las carreteras A-431 y N-432, no pueden ser atendidos con la agilidad necesaria para su investigación, al tener que desplazarse los equipos de los destacamentos de Peñarroya y Lucena, o incluso personal Motorista que carece de los medios necesarios y de formación especializada.
El resultado es que se están dando situaciones muy preocupantes, como que un equipo tenga que desplazarse de una punta a otra de la provincia, tardando más de dos horas en llegar al lugar del accidente, y cada vez es más habitual que un solo equipo se tenga que encargar de lo que ocurra en toda la provincia. Para poder cubrir ese déficit de plantilla, el Equipo de Investigación de Siniestros Viales de Córdoba –conocido antes como “Equipo de Atestados”– debería contar con al menos un 50% más del personal que tiene actualmente dedicado a esos cometidos en las carreteras provinciales.
Sin turnos de trabajo y sin equipo especializado
Otra consecuencia negativa de esa falta de personal es que no se van a implantar los turnos de trabajo, como ya se está haciendo en este tipo de unidades en otras provincias, ocasionando así un agravio comparativo que afecta a la conciliación de la vida laboral y familiar de los guardias civiles destinados en las unidades de Córdoba, Lucena y Peñarroya.
Pero además, dicho déficit de plantilla también impide poner en marcha en nuestra provincia el Equipo Periférico de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (EPRAT), a pesar de ser una de las pocas provincias de todo el país incluidas en el plan para la creación de esos equipos muy especializados y de contar ya con guardias civiles formados específicamente. Se trata de equipos que actúan en accidentes de especial gravedad o complejidad, utilizando medios técnicos más avanzados, y cuyas investigaciones permiten dar respuestas veraces y más rápidas a las familias de las víctimas de estos accidentes, así como permitir a los juzgados que puedan determinar las responsabilidades penales y civiles.