Los Guardias Civiles del Servicio de Protección y Seguridad que están destinados en la localidad barcelonesa de San Andrés de la Barca sufren unas condiciones pésimas cada vez que hay conducciones de internos hacia diferentes prisiones. Cuando tienen que realizar traslados entre los Centros Penitenciarios de Cataluña, de la Comunidad Valenciana y de la Región de Murcia, no pueden activar el aire acondicionado en el vehículo oficial porque está averiado, tienen que pagar con su dinero el alojamiento en otras localidades y, además, realizan funciones de Suboficiales sin percibir el complemento de productividad correspondiente.
La Comisión de los Servicios de Protección y Seguridad de la Asociación Unificada de Guardias Civiles ha sido conocedora de estas situaciones y ha procedido a tramitar numerosos escritos dirigidos al Servicio de Prevención y al Consejo de la Guardia Civil.
En los mismos, se les ha informado que los agentes afectados tienen que conducir con temperaturas muy elevadas durante largos períodos de tiempo. Consideramos esto es una vulneración de la normativa reguladora de las condiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, por lo que hemos requerido al Servicio de Prevención que evalúe los riesgos laborales existentes durante los servicios de los Guardias Civiles. Del mismo modo, hemos solicitado que se apliquen las medidas preventivas oportunas: O bien reparando la avería del vehículo o inmovilizándolo, si no es posible. Con las reiteradas y prolongadas olas de calor que se están produciendo en el país y en las zonas geográficas donde trabajan estos agentes es inadmisible que su salud quede en riesgo de este modo.
Por otro lado, desde la Comisión de los Servicios de Protección y Seguridad de AUGC se ha peticionado al Consejo de la Guardia Civil que haya revisiones periódicas sobre los vehículos utilizados para el traslado de los internos hasta los centros penitenciarios. Así, se evitarían situaciones como esta y se podrían realizar reparaciones y mejoras antes del inicio de cada temporada. Los vehículos son muy viejos, están en pésimo estado, y hay que garantizar el correcto funcionamiento de los mismos y de sus medios de climatización −aire acondicionado en verano y calefacción en invierno−. Es una circunstancia que también sufren los presos.
Dinero insuficiente para el alojamiento y funciones propias de un empleo superior sin su complemento
Las lamentables condiciones de los Guardias Civiles del Servicio de Protección y Seguridad de San Andrés de la Barca, Barcelona, no sólo se circunscriben a los vehículos. Cuando trasladan a presos entre distintos puntos geográficos hay ocasiones en las que tienen que pagar de su bolsillo el alojamiento, Otras veces, desempeñan tareas de Suboficial sin la retribución correspondiente.
El problema del alojamiento radica en la cuantía establecida por la Guardia Civil. Es una cantidad fijada hace más de 17 años y resulta insuficiente para los agentes que tienen que pernoctar ante los desplazamientos de los presos hasta la Comunidad Valenciana o a la Región de Murcia. Ante ese presupuesto desactualizado que no cubre los costes, los compañeros están obligados a cubrirlos con dinero de su propio bolsillo.
Además, es habitual que los Guardias Civiles destinados en la localidad asuman durante los servicios las funciones de Jefe de conducción y de seguridad de acuartelamiento. Son tareas que deberían estar desempeñadas por Suboficiales, pero en la Unidad no hay suficientes componentes de esa escala. Lo más lógico y honesto es que, aunque estos agentes que sean de un empleo inferior, perciban el complemento de productividad correspondiente a Suboficial, ya que se ven obligados a asumir las tareas de un empleo superior.