El 25 de diciembre fue el día elegido por las mafias de tráfico de personas para desembarcar a 11 migrantes irregulares en la playa de Calblanque. Aprovechando la festividad de Navidad y tal vez creyendo que no habría vigilancia, cometieron los hechos delictivos que se exponen a continuación.
Sobre las 7:00 horas desembarcaron 11 personas en la Playa de Calblanque, entre quienes había cuatro personas originarias de Bangladesh. Una vez que la patera taxi los introdujo ilegalmente en España, puso rumbo hacia su punto de origen. No contaba que una embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil estaba avisada sobre lo acontecido y preparada para interceptarla. Con el fin de minimizar el riesgo para los migrantes y evitar ahogamientos, los agentes actuaron una vez que se produjo el desembarco de los migrantes.
La patrullera del Servicio Marítimo interceptó la embarcación en el momento que emprendió la huida. Intentó evadir las órdenes y realizó maniobras peligrosas, llegando a embestir a la patrullera sin daños que lamentar. Finalmente abordados, los dos pilotos de la patera resultaron detenidos como autores de un delito de tráfico de seres humanos.
A su vez, los migrantes abandonados en la playa recibieron el auxilio de las patrullas de la Guardia Civil de Cabo de Palos y después se les tomo declaración en calidad de víctimas de tráfico de personas por las redes de inmigración irregular. La pericia y profesionalidad de nuestros compañeros ha propiciado un duro golpe a las mafias.
Una espera de 15 horas hasta dar traslado a las personas
Con el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Escombreras no existía problema en el traspaso de los migrantes interceptados, pero ahora que no se abre el de la Playa del Espalmador o cuya apertura se realiza con horas de retraso, se están generando numerosos incidentes en la lucha contra la inmigración irregular y en la asistencia de las personas.
El pasado fin de semana denunciamos que otros migrantes que llegaron a tierra tuvieron que ser atendidos a la intemperie, en la entrada del cuartel de Cabo de Palos durante varias horas. Pese a la gravedad de la circunstancia, en esta ocasión la situación ha empeorado: Las personas interceptadas a las 7:00 de la mañana no se trasladaron a la Comisaría de Cartagena hasta las 22:30 de la noche, 15 horas después.
Al igual que en la anterior ocasión, fueron atendidos por Cruz Roja en la puerta del acuartelamiento de Cabo de Palos, a la intemperie y con la única protección de unas mantas. Estas 11 personas estaban tiradas en el suelo y tan solo pudieron comer unas galletas y zumos que les facilitó la institución humanitaria.
Los migrantes no pudieron estar dentro de unas instalaciones dignas, como las del CATE de Cartagena. Es un perjuicio para ellos y también para la Guardia Civil. No existe seguridad para su vigilancia, sólo había una patrulla de agentes y estaba bloqueada para atender el resto de avisos o incidentes. Esta labor recayó en la Policía Local en plena Navidad. Por último, señalar que la situación de los traslados podría conllevar problemas de seguridad e higiene para los denunciantes que se personan en el cuartel de Cabo de Palos o para los familiares que residen en el acuartelamiento.
Llamamiento a la responsabilidad del Delegado del Gobierno de Murcia: El CATE de Cartagena no funciona correctamente
Desconocemos las razones por las que el Centro de Atención Temporal de Extranjeros de Cartagena no abrió para alojar a las personas rescatadas. Algunas fuentes indican que el proceso para activarlo es muy lento al tener que personarse un responsable de la Policía Nacional de Cartagena; otras fuentes indican que el día 25 sólo había de servicio una patrulla de Policía Nacional en la ciudad y no la querían bloquear. Esto último sería muy grave si resulta cierto, ya que las propias de la Guardia Civil también estaban bloqueadas, teniendo que delegar funciones en la Policía Local.
El funcionamiento actual del CATE de Cartagena ocasiona multitud de problemas a Guardia Civil, tanto en la asistencia deficitaria a los migrantes interceptados como por el peligro que ocasiona trasladarlos hasta acuartelamientos que no están preparados y que no cuentan con el número suficiente de patrullas para su vigilancia y asistencia. La competencia en materia de Extranjería y la gestión de este Centro de Atención Temporal de Extranjeros es competencia de la Policía Nacional y se debe considerar su operatividad.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles requerimos que el Delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez, actúe con urgencia. Tiene que crearse un protocolo de actuación ante la inmigración y asegurar un buen funcionamiento del CATE de Cartagena, coordinado entre la Guardia Civil y la Policía Nacional. Es responsabilidad del Delegado y, como tal, debe solucionar esta situación para que no se vuelva a repetir.