“La reducción de jornada sin concreción horaria no tiene sentido, si al final se tiene que depender de otros apoyos para poder conciliar”

La conciliación familiar y laboral sigue siendo una de las asignaturas pendientes en la Benemérita. Mujeres y hombres guardias civiles relatan su experiencia. Cuarta entrega: Beatriz.

por Redacción AUGC

Beatriz y su familia.
Beatriz y su familia.

Beatriz  (38 años), destinada en la provincia de Pontevedra, en seguridad ciudadana. En el Cuerpo desde 2007. Dos hijos, de diez y seis años. Su pareja es guardia civil.

“En 2011, estaba destinada en el Puesto de Puente la Reina (Navarra) y mi marido en el de Pamplona. Tuvimos nuestra primera hija y después de disfrutar los permisos de maternidad, paternidad y lactancia solicitamos no coincidir turno, por estar destinados en distintos puestos de distintas compañías. La resolución a la instancia fue estimatoria, teniendo que adaptar el cuadrante de servicios. En 2015 nace nuestro segundo hijo, y en 2016 paso destinada al puesto de Lalín (Pontevedra) y mi marido al de Tamallancos, (Ourense). La residencia se establece en la ciudad de Ourense, por contar con el apoyo de la familia materna.

En el año 2017 pido reducción de Jornada de un 29%, solicitando realizar servicios de 8 horas y descansos de 11 horas entre servicio y servicio, para evitar tener que realizar dobletes y facilitar la conciliación, ya que ambos  realizamos turnos de servicio en horarios de mañana, tarde y noche.
La solicitud de reducción de jornada es estimatoria, pero en cuanto a la concreción solicitada se deja a expensas de las “necesidades del servicio”, por lo que se reclama esta situación de conciliación en el Juzgado, siendo negada la solicitud de los servicios peticionados, entendiendo como prioridad las necesidades del servicio. Actualmente no disfruto de reducción de jornada desde febrero de 2021, habiendo solicitado su cancelación.

La decisión que tomamos era clara, porque aunque mi marido y yo nos implicamos de la misma manera en el cuidado de nuestros hijos, yo era la que  tenía una mayor distancia al lugar de trabajo, por lo que,  ante cualquier incidencia o necesidad de nuestros hijos el tiempo para acudir siempre es mayor. Considero que, en ese sentido, en la solicitud de reducción de jornada da igual que sea hombre o mujer, ya que el procedimiento es el mismo. Quizá el problema sea la concreción horaria, que cada uno solicita según sus necesidades, y que en muchas ocasiones hay que recurrir a un procedimiento judicial para conseguir o no que esa reducción sea acorde con la concreción horaria solicitada para poder conciliar. Por eso, todavía queda camino en este sentido, ya que una reducción de jornada sin una concreción horaria no tiene sentido si finalmente se tiene que depender de otro tipo de apoyos para poder conciliar”.

 

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