Desde AUGC hemos denunciado reiteradamente la disparidad de trato y condiciones de trabajo que existe en la Guardia Civil en función de la escala a la que se pertenezca. Así, el dispendio y lujos de los que que disfrutan los altos mandos contrasta con la austeridad, si no escasez, de medios y dietas que se destinan a los trabajadores de base.
El último ejemplo de esto lo encontramos en la comida que el pasado 29 de junio se sirvió en la Academia de Valdemoro, en la jornada de ensayo del acto de entrega de los despachos a la XLII Promoción de Suboficiales.
Comida acto entrega despachos XLII Promoción de #SuboficialesGC.
— AUGC SUBOFICIALES (@augc_suboficial) July 6, 2021
Jefatura de Enseñanza pone trabas al acceso de @AUGC_Comunica a Academia, con excusa de #COVID19 … pero este es la bandeja de “rancho” OBLIGATORIA a compartir para 8 personas, a precio de 9 euros/pax. pic.twitter.com/rnvqTrQa0n
Tras ensayar los suboficiales de ocho de la mañana a dos de la tarde, bajo un sol de justicia, no pudieron comer hasta las tres, encontrándose con un menú claramente deficiente en calidad y escaso en cantidad. Se trataba de unas fuentes con unos filetes de lomo con patatas, a compartir por ocho personas, además de unos yogures y algo de fiambre.
Ello, además, servido con agua del grifo a temperatura ambiente.
Tras este inadecuado 'rancho', los agentes debieron volver al exterior para proseguir el ensayo, prolongándose hasta las 19.00 horas.
Las altas temperaturas, unidas a la imposibilidad de refrescarse durante el trabajo, provocaron incluso algunos desvanecimientos.
Desde AUGC debemos volver a preguntarnos por la razón de esta penuria alimenticia y áspero trato hacia los trabajadores de la institución, unas circunstancias que contrastan, tristemente, con las excelentes condiciones de las que disfrutan los altos mandos. De nuevo nos encontramos ante una Guardia Civil clasista y de distintas velocidades.