Las detenciones realizadas, entre otros a un coronel y un teniente coronel de la Guardia Civil, por la presunta trama de adjudicación de contratos por amañar las licitaciones, sigue dejando atónitos a los guardias civiles que sufrían las consecuencias de este entramado con retrasos de años en la recepción de prendas de uniformidad, o artículos como la identificación de los agentes que debe estar visible en el uniforme.
Posiblemente, ese fue el motivo de que la 5ª Zona de la Guardia Civil (Murcia), decidiese gastar parte del presupuesto descentralizado del que dispone en la compra de 261 tricornios de reposición para personal destinado en esa zona, tal y como se puede observar en el portal de contrataciones del estado.
Esta clase de compras se realiza de modo centralizado, como se puede observar en las distintas licitaciones que realiza la Jefatura de Asuntos Económicos de la Guardia Civil. Sin embargo, posiblemente por el retraso de más de dos años en la adjudicación de esta prenda de uniformidad, la Zona de Murcia tomó la decisión de no seguir el procedimiento establecido y contratar directamente la compra de los mismos.
Desde AUGC no entendemos que no existan responsabilidades más allá de los implicados en la comisión de los delitos por los que han sido detenidos. Puesto que existe la obligación de fiscalizar estos contratos, y que hasta el momento no se han producido ninguna toma de decisiones sobre los responsables encargados del buen funcionamiento de la institución.
Llevamos años con retrasos en la reposición de las prendas (muy habitual tener que esperar un año, e incluso dos), las que llegan no son de la calidad necesaria para el trabajo diario que se desempeña, y sin embargo, nadie parece ser responsable de no enterarse de que, para recibir unos zapatos, un guardia civil debe esperar más de un año, y preocuparse de lo que estaba ocurriendo.
No podemos olvidar que esta investigación no nace del control interno de la Guardia Civil, sino que parte de otra donde, uno de los implicados, “tiró de la manta”.