Según el balance publicado por el Ministerio del Interior, la criminalidad en la provincia de Córdoba se ha incrementado un 2,4% en los primeros nueve meses de 2024 respecto al mismo periodo del año anterior, por encima del aumento andaluz y de la media nacional. Pero dentro de la provincia se han registrado evoluciones muy dispares entre las distintas poblaciones.
En lo que se refiere al ámbito competencial de la Guardia Civil, mientras que en Priego de Córdoba y Palma del Río se han reducido los índices delincuenciales, en Puente Genil han crecido un 1,4%, y el mayor
incremento se produce en Montilla con un 9,7% que es ocho veces mayor a la media nacional, acumulándose al enorme aumento del 18,5% que ya registró a lo largo de 2023. Además, la criminalidad convencional crece un 26,1% en Montilla, situándolo entre los cuatro municipios andaluces que más han subido en esa tipología, solo por detrás de Morón de la Frontera, Tomares y Ronda.
Preocupa especialmente el escandaloso crecimiento de las sustracciones de vehículos en Palma del Río, nada menos que un 300%, así como la subida del 176% en los robos en viviendas y establecimientos en la
misma localidad, mientras que en Montilla estos delitos de robo con fuerza se han incrementado un 104%. También es preocupante el aumento del 100% en los delitos por tráfico de drogas en Priego de Córdoba, así como que hayan crecido un 32% los robos en domicilios y un 33% las sustracciones de vehículos en Puente Genil. Se trata de tipologías delictivas directamente relacionadas con la baja actividad preventiva debido a la falta de guardias civiles.
Por otro lado, los delitos de lesiones y riña tumultuaria crecen un 35% en los municipios competencia de la Guardia Civil, especialmente en Palma del Río donde suben un 66,7%, seguido de Puente Genil con un 61% y Montilla con un 36%. En cuanto a la cibercriminalidad, el incremento en la demarcación provincial de la Guardia Civil es muy superior a las medias nacional y autonómica, debido sobre todo al aumento del 76% en Puente Genil, que le sitúa como el segundo municipio andaluz con mayor crecimiento y entre las siete localidades de todo el país donde más se incrementan esos delitos.
Todos estos datos negativos tienen una relación muy directa con el endémico déficit de guardias civiles que padece la provincia de Córdoba, con unas 150 vacantes sin cubrir y habiendo perdido un 5% de efectivos en los dos últimos años. La estadística de Interior confirma una vez más las reiteradas denuncias de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, porque esa falta de agentes afecta gravemente a la seguridad ciudadana, con la mayoría de las dependencias cerradas y las escasas patrullas disponibles sobrepasadas al tener que encargarse de la vigilancia de varias poblaciones simultáneamente.