En el balance publicado por el Ministerio del Interior, la criminalidad se ha reducido durante 2024 respecto al año anterior tanto a nivel nacional, como autonómico y provincial. Sin embargo, ha ocurrido lo contrario en el ámbito competencial de la Guardia Civil en la provincia de Córdoba, donde ha crecido un 0,5%, con evoluciones dispares entre los distintos municipios.
El mayor incremento se ha producido en Montilla, que ha registrado un 14%, dato que se agrava respecto a la criminalidad convencional, la cual ha aumentado un 26,7%, situando a dicha localidad como la segunda con mayor crecimiento de ese tipo de delitos en Andalucía, solo superada por el municipio sevillano de Tomares. Debe tenerse en cuenta que Montilla ya había experimentado un incremento del 18,5% en 2023.
En Palma del Río el aumento ha sido del 3,3%, llegando la criminalidad convencional al 10,2%, mientras que Puente Genil ha registrado un crecimiento del 3,4%, debido al enorme incremento de la cibercriminalidad que se ha disparado un 61,3%, el porcentaje más alto de toda la comunidad autónoma y entre los cinco más elevados de todo el país.
Preocupa especialmente el excesivo aumento de los robos en domicilios, que ha llegado al 84% en Montilla, el 60% en Palma del Río y el 28,6% en Puente Genil, mientras que en Priego de Córdoba se han reducido considerablemente. Por otro lado, las sustracciones de vehículos se han incrementado un 100% en Palma del Río, mientras que los delitos por tráfico de drogas han subido un 50% en dicho municipio y un 100% en Priego. En Puente Genil han crecido un 33,3% los robos con violencia e intimidación. Se trata de tipologías delictivas directamente relacionadas con la baja actividad preventiva debido a la falta de guardias civiles.
Todos estos datos negativos tienen una relación muy directa con el endémico déficit de guardias civiles que padece la provincia de Córdoba, con más de 150 vacantes sin cubrir y habiendo perdido más de un 5% de efectivos en los tres últimos años. La estadística de Interior confirma una vez más las reiteradas denuncias de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, porque esa falta de agentes afecta gravemente a la seguridad ciudadana, con la mayoría de las dependencias cerradas y las escasas patrullas disponibles sobrepasadas al tener que encargarse de la vigilancia de varias poblaciones simultáneamente.