Hace tiempo que la Jefatura lo ha convertido en costumbre. “La Agrupación de Reserva y Seguridad lleva unos años involucionando, recortando derechos y en bienestar. Militarizado”. Así lo denuncia uno de los agentes de la especialidad de la Guardia Civil. Durante las prácticas intensivas realizadas de forma conjunta entre Grupos de diferentes demarcaciones, sólo ciertos compañeros han sido alojados en cuarteles y sus jornadas exceden de las ocho horas. Además, unas veces las comisiones de servicio se están computando a través del artículo 18.1. b) y otras mediante el 18.1. e) del Boletín Oficial de la Guardia Civil. La principal diferencia entre ambos reside en el número de horas.
Los compañeros afectados forman parte de dos Grupos que se han unificado en Sevilla. Desde la semana pasada, se encuentran desarrollando las prácticas enmarcadas dentro del Plan Específico de Instrucción (PEI). Pero las condiciones no son las mismas para todos. Mientras que algunos están hospedados en residencias -principalmente los Mandos y algún Guardia allegado-, los demás están en acuartelamientos militares. “La gente se quema”, dice uno de los efectivos del GRS. Son conocedores de los diferentes criterios empleados por la cadena de mando. Los que están alojados en cuarteles tienen duchas y aseos comunitarios con turnos de uso y los superiores disponen de habitaciones dobles e individuales con todas las comodidades y televisión incluida, denuncia el compañero. La Asociación Unificada de Guardias Civiles de la correspondiente Delegación ya ha solicitado información para que el General esclarezca los criterios empleados a la hora de asignar los alojamientos.
“El problema viene a raíz de la última publicación y entrada en vigor de la Orden General de este mes”, explica uno de los operativos del GRS. El día uno de abril, los componentes un Grupo de élite recibían una nota informativa -no era tan solo una lista con el lugar de realización de las prácticas, como suele ser frecuente dadas las restricciones informativas que sufren-. En esta ocasión, se ponía en conocimiento de los miembros de la especialidad los requisitos y condiciones para mantener las cualificaciones específicas. La situación que se está dando durante el PEI desarrollado en Sevilla tiene su origen en la Orden impulsada.
Los hechos expuestos no son los únicos que ejemplifican el recorte de bienestar que vienen sufriendo los componentes de la Agrupación de Reserva y Seguridad. Durante las prácticas intensivas de la especialidad, los compañeros están teniendo que desayunar, comer y cenar con 28 €, una cantidad inferior a la de los Jefes. “Comemos las mismas veces, pero ellos tienen más cuantía, no es lógico”, lamenta el efectivo. Desde hace años, AUGC está reclamando la actualización de las dietas. Deberían ser iguales para todos, con independencia del rango. “El Jefe planeó que fuéramos a coste cero…”, detalla.
En los últimos años también han visto un aumento de la jornada laboral semanal hasta las 40 horas y ya no disponen de los Descansos Singularizados Adicionales –DAS–. Además, el número de días en algunas comisiones se han incrementado a 35, cuando por cuestiones de conciliación estaban en 21, “Somos los olvidados de la Guardia Civil”, señala el efectivo del GRS.