Las costas almerienses están siendo escenario de rescates por vía marítima durante estos meses. Uno de ellos tuvo lugar durante la noche en el municipio de Garrucha. La vida de los migrantes auxiliados y la de los Guardias Civiles actuantes corría un “peligro extremo”, según figura en uno de los documentos policiales relativo al rescate acontecido en la localidad. Las rocas y acantilados imposibilitaban el acceso a la cala y existía gran riesgo de ser arrastrados mar adentro por la marea. Había siete adultos, siete menores y un bebé de un mes, pero no hubo consecuencias fatales gracias a la profesionalidad y determinación de los agentes.
Culminado el complejo rescate, donde los compañeros tuvieron que desplazarse por una escarpada ladera con cuerda y arnés para auxiliar a los migrantes, los hechos culminaron en el sótano del Puesto Principal de la Guardia Civil en Garrucha. Concretamente, en la zona de las cocheras donde se aparcan los vehículos oficiales. En este caso había un total de 15 personas auxiliadas, entre ellos un bebé, y no se acusó falta de espacio. Sin embargo, en otras Unidades del litoral ha habido salvamentos de hasta 70 personas y han permanecido temporalmente “hacinados en pésimas condiciones sanitarias y humanitarias”, relatan los Guardias Civiles. Tampoco se les practica test de diagnóstico de COVID-19 ni se realizan separaciones por patera, por lo que hay riesgo de contagio entre ellos mismos, los Guardias Civiles, las familias y los vecinos de la zona.
Es necesario que se apliquen medidas de prevención de salud pública y laboral, que se organicen los recursos y se actúe con mayor previsión de los acontecimientos. Han de ampliarse las Unidades de Policía Judicial, de Fiscal y Fronteras, del Servicio Marítimo y de las Unidades territoriales para evitar muertes y poder luchar contra estas mafias de trata de seres humanos.
Los sucesos que están ocurriendo requieren de una correcta coordinación y que la Cruz Roja o las Fuerzas Armadas se desplacen ante la llegada de las pateras para realizar el correspondiente control sanitario y proporcionar ayuda humanitaria. En la cala de Garrucha había personas cuya vida peligraba, los menores lloraban y las mujeres gritaban pidiendo auxilio. Estaban desorientados e intentaban escalar una zona escarpada para salir del enclave, según está redactado en uno de los documentos oficiales. No es lo más adecuado que tengan que permanecer en las cocheras del Puesto Principal.
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles felicitamos a los compañeros de las Unidades territoriales y del Servicio Marítimo involucrados en el rescate para lograr salvar la vida de los 15 migrantes. También solicitamos al nuevo Subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, una reunión con AUGC para plantearle la relevante cuestión. Hace falta la creación de un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIEs) ante la dimensión y características del problema y mañana trataremos con él este asunto y la situación de los Guardias Civiles en la zona.
