Este verano está siendo especialmente duro en lo que se refiere a las altas temperaturas, con olas de calor que están suponiendo cifras récord en los termómetros en muchos puntos de España. Se trata de una situación que sufren especialmente muchos guardias civiles que deben trabajar a pleno sol.
En este sentido, cabe recordar el golpe de calor que sufrió un agente en Huelva el pasado 18 de junio cuando trabajaba en la A-49, fuera del coche por orden un mando, y sin protección alguna contra el sol, y a nada menos que 47 grados. Cabe recordar que la delegación de Huelva de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha presentado una denuncia contra el Jefe del Subsector de Tráfico de Huelva, por no cumplir con la prevención de riesgos laborales y las normas internas de la Agrupación.
Una vez más, hay que reiterar que la normativa en materia de riesgos laborales obliga al empresario (en este caso, la Guardia Civil) a velar por la seguridad e higiene laboral de los trabajadores.
Por ello, una de las condiciones laborales que debe garantizar la Guardia Civil es la relativa a una temperatura adecuada evitando con ello situaciones de estrés térmico que podrían originar daños en la salud del trabajador.
Ya el pasado año AUGC lanzó una nueva campaña reivindicativa para exigir el adecuado acondicionamiento térmico de los puestos de trabajo, así como a evitar situaciones como la vivida este año por el compañero de Huelva.
En el trabajo dentro de las dependencias oficiales, la única forma de garantizar unas temperaturas apropiadas es mediante la instalación de aparatos que reduzcan la temperatura (aire acondicionado), debiendo garantizar el empresario el mantenimiento adecuado del mismo mediante revisiones periódicas, limpieza y en su caso, cambio de piezas.
En el caso del trabajo en el exterior, existen también unas normas muy claras en prevención de riesgos laborales cuyo cumplimiento debe exigirse.
Por ello, desde AUGC le pedimos a todos los compañeros que informen del mal funcionamiento o carencia de los equipos necesarios para garantizar unas condiciones de temperatura idóneas en los puestos de trabajo, así como de cualquier situación en la que se imponga al trabajador ejercer su función en condiciones peligrosas para su salud.
