Los servicios jurídicos y de relaciones institucionales de AUGC están ultimando su estrategia para volver a exigir al Gobierno que los líderes históricos del movimiento de lucha por los derechos sociolaborales de los guardias civiles sean readmitidos en el Cuerpo y se repare su honor, más de dos décadas después de que fuera expulsados del mismo acusados falsamente de sedición como represalia contra su actividad a la hora de reclamar la llegada de la democracia y el Estado de derecho a los cuarteles de la Guardia Civil.
Para ello, ayer martes se mantuvo una reunión entre los máximos responsables de ambas áreas de AUGC, a la que asistieron algunos de los compañeros represaliados, entre ellos el sargento José Morata, auténticos símbolos de la lucha por los derechos de los trabajadores de la institución.
Porque no resulta de recibo que a estas alturas estas personas que protagonizaron uno de los capítulos de mayor dignidad de la transición española continúen marcados por aquella infame persecución.
Cabe recordar, en este sentido, que en 2009 todo el arco parlamentario, sin excepción, aprobó una Proposición no de Ley presentada por UPyD a favor de permitir el reingreso de aquellos guardias expulsados por intentar implantar el sindicalismo en el cuerpo. Sin embargo, casi una década después, la falta de una verdadera voluntad política por remediar aquel despropósito prolonga la injusta situación de estos compañeros.
Incluso en el segundo periodo presidencial del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, su ministra de Defensa, Carme Chacón, realizó un homenaje a los precursores de la democratización de las Fuerzas Armadas, miembros de la Unión Militar Democrática. Sin embargo, aún hoy no se ha reconocido ni reincorporado al servicio a los guardias civiles expulsados por reclamar el derecho, hoy vigente y aprobado bajo su gobierno, de asociación profesional en la Guardia Civil.
Por todo ello, desde AUGC creemos que ha llegado la hora de reconocer sin complejos a los ciudadanos de uniforme que tanto hicieron por defender los valores democráticos en nuestro Estado de Derecho, y así se lo vamos a reclamar al Gobierno y a los grupos parlamentarios mediante una ronda de contactos institucionales y a través de una intensa campaña entre los medios de comunicación dirigida a promover la presentación de una Proposición de Ley que sirva para, de una vez por todas, poner remedio, dentro de lo posible, al dolor infligido a estos compañeros y a sus familias.