La crisis del coronavirus está dando lugar a escenarios de alto riesgo para los guardias civiles en el desempeño de su trabajo en distintas especialidades. Por ejemplo, en el caso del Servicio de Protección y Seguridad en centros penitenciarios (Seprose), se está produciendo en muchas unidades una situación de “hacinamiento” de personal en una misma dependencia nnecesariamente.
Precisamente en esta especialidad trabajaba Francisco Javier Collado, de 38 años, casado y con un hijo de diez años, que el pasado viernes se convertía en el segundo guardia civil fallecido por coronavirus. Francisco Javier estaba destinado en el centro penitenciario de Herrera de la Mancha y carecía de patologías previas, al igual que nuestro compañero Pedro Alameda, destinado en el Servicio de Retribuciones, y que fallecía un día antes a los 37 años.
Una solución sería que una parte de los componentes permanezcan en la unidad para necesidades urgentes, pero otra parte permanezca localizable en sus domicilios, de modo que puedan incorporarse inmediatamente en caso necesario.
La situación del Seprose se produce al haberse anulado las vacaciones y permisos, y en algunas provincias incluso determinados descansos. Hay muchos efectivos disponibles y se les mantiene en situación de retén dentro de las dependencias, con el riesgo de contagio que ello conlleva. Una solución sería que una parte de los componentes permanezcan en la unidad para necesidades urgentes, pero otra parte permanezca localizable en sus domicilios, de modo que puedan incorporarse inmediatamente en caso necesario.
En la mayoría de ellas se ha dotado de algunos medios preventivos, concretamente guantes, gel y líquido desinfectante, mascarillas ‘estándar’ y mascarillas tipo ffp2, si bien estas últimas en número muy reducido y con instrucciones de usarlas únicamente cuando se traslade a un interno o detenido con síntomas de padecer el virus COVID-19. Pero hay algunas unidades que no disponen mascarillas ffp2, como ocurre en el Núcleo de Servicios de Badajoz, Núcleo de Servicios de Cáceres, Compañía de Embajadas (en esta unidad ni siquiera tienen guantes, gel ni líquido desinfectante)
Unidades sin EPIs completos para trasladar y custodiar personas contagiadas
En algunas provincias se han impartido instrucciones para que cuando tenga que trasladarse a un interno o detenido contagiado (confirmado), no lo realice el personal de estas unidades, sino que se avise para que lo lleven a cabo efectivos formados en NRBQ y equipados debidamente. Deberían impartir dichas instrucciones a todas las unidades que realizan conducciones, porque no se les ha dotado de EPIs completos para poder trasladar y custodiar personas contagiadas.
Sin embargo, son muchas las unidades a las que no se les han dado esas instrucciones: SSCP de Zuera (Zaragoza), SSCP Alcalá de Guadaira (Sevilla), Núcleo de Servicios de Badajoz, SSCP Aranjuez (Madrid), SSCP Soto del Real (Madrid), SSCP Navalcarnero (Madrid), SSCP Alhaurín de la Torre (Málaga), SSCP Archidona (Málaga), Núcleo de Servicios de Ávila, SSCP Ocaña (Toledo), SSCP Tahiche (Las Palmas), SSCP Picassent (Valencia)
Si bien en un primer momento hubo cierto descontrol con las conducciones en algunas provincias, ordenándose algunas que eran innecesarias, lo cierto es que ahora los directores de los centros penitenciarios parecen haberse concienciado del problema (o más bien les han dado instrucciones claras) y en general solo se están realizando los traslados necesarios (por orden judicial y por motivos sanitarios inaplazables).
