Hace un año Francisco Cruz, secretario de relaciones institucionales y formación de AUGC en Córdoba, así como secretario de institucionales y organización de la federación andaluza, destinado en el Puesto de Cerro Muriano, fue sancionado disciplinariamente por el General Jefe de la Guardia Civil en Andalucía, a pesar de que no existió ni una sola prueba fehaciente. Dicha sanción fue criticada por diversas formaciones políticas y organizaciones sindicales, e incluso llegó al Congreso de los Diputados en forma de pregunta al Gobierno. Actualmente se encuentra recurrida por los servicios jurídicos de AUGC ante el Tribunal Militar Central, órgano judicial que aún no ha dictado sentencia.
Pero con la sanción disciplinaria no acabaron las medidas adoptadas contra el representante de AUGC, porque apenas tres meses después se le realizó un informe personal de calificación (IPECGUCI) negativo, sobre todo en los apartados de “disciplina” y “reconocimiento entre sus superiores respecto de su trayectoria y méritos profesionales”, añadiendo observaciones muy negativas referidas al expediente disciplinario y a cuestiones que no deben valorarse en un informe de ese tipo, como que “de forma habitual realiza escritos, tanto de forma personal como a través de una asociación profesional”.
Resulta contradictoria esa calificación negativa, cuando en el propio informe se reconoce que Francisco Cruz “tiene potencial de capacidad y constancia” y se le asignan puntuaciones positivas en muchos otros apartados. Por ello, el afectado formuló alegaciones a la calificación realizada por el Sargento Comandante de Puesto de Cerro Muriano, pero el Capitán Jefe de la Compañía de Córdoba mantuvo el informe en los mismos términos, y el Teniente Coronel Jefe de la Comandancia desestimó la solicitud de anulación del citado informe, por lo que recientemente ha interpuesto recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (Sevilla).
Y si todo ello no fuera suficiente, hace unos días se le ha vuelto a realizar otro informe IPECGUCI en el que el Sargento nuevamente le ha puntuado negativamente y ha incluido observaciones acusándole, entre otras cosas, de “interferir de forma negativa y causar distorsión en la unidad”. Pero es que además dicha evaluación se ha efectuado antes de tiempo y contraviniendo lo dispuesto en la normativa reguladora. Por todo ello, el afectado ha presentado alegaciones pidiendo la anulación del informe y ahora el Capitán deberá decidir al respecto.
Debe tenerse en cuenta que las calificaciones negativas en ese tipo de informes pueden conllevar considerables perjuicios para los guardias civiles afectados, influyendo de modo adverso en el acceso a determinados destinos, e incluso la instrucción de un expediente por insuficiencia de facultades profesionales y su pase a retiro.
Ese excesivo rigor disciplinario y administrativo aplicado a Francisco Cruz contrasta sin embargo con la permisividad de la jefatura provincial respecto a determinadas actuaciones del Sargento del Puesto de Cerro Muriano, a pesar de que AUGC lo ha venido comunicando mediante reiterados escritos, algunos de los cuales ni siquiera han sido respondidos.
Parece que a algunos mandos les molesta que los representantes de AUGC ejerzan la libertad de expresión, así como que reivindiquen y defiendan los derechos de los guardias civiles, pero no van a conseguir callarles por muchos expedientes y calificaciones negativas injustas que les impongan. AUGC lleva mucho tiempo reclamando que deje de usarse el régimen disciplinario y administrativo como herramienta represiva contra los representantes de los guardias civiles.
