Hace más de seis meses desde que el magistrado Fernando Grande-Marlaska tomara posesión de su cargo como Ministro del Interior, afirmando entonces que esperaría “estar a la altura de las circunstancias”. Sin embargo, nada ha cambiado para los guardias civiles que, a pesar de ser los más valorados por la sociedad, siguen observando desde la lejanía (no disponen de derecho de sindicación y sus cauces para ser escuchados son deficientes) como sus condiciones profesionales, sociales y económicas son las peores de todos los cuerpos policiales en España.
Llega final de año y el Ministerio del Interior falla a los guardias civiles, motivo por el que AUGC ha trasladado una carta al Director de la Guardia Civil. El motivo ha sido la asignación, por parte de las correspondientes direcciones generales, de las cuantías de los incentivos al rendimiento en la modalidad de productividad por objetivos, la cual se crea para poder compensar económicamente la consecución de los resultados logrados, es decir, gratificar el esfuerzo realizado por el conjunto de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Y nuevamente los guardias civiles resultan marginados salarialmente, pero este año si cabe con mayor gravedad, ya que el Director de la Guardia Civil acaba con el criterio establecido por su predecesor y anula la linealidad de estas cantidades, beneficiando así a los altos mandos. Esto ha generado un profundo malestar entre los agentes, ya que las diferencias son notorias y difícilmente explicables por parte de los responsables ministeriales, ya que las cuantías que se han destinado a este abono de la denominada productividad por objetivos entre los integrantes de los dos cuerpos de seguridad estatales, supone en la práctica que un Policía Nacional va a percibir por este concepto, más del doble que un Guardia Civil del mismo empleo o categoría.
Una de las principales denuncias que AUGC lleva años realizando es la que se refiere al injusto reparto de la Productividad a los guardias civiles, que año tras año tienen que conformarse con las migajas mientras que unos pocos altos mandos se reparten entre ellos la mitad de esta importante partida presupuestaria.
Pero no solo han de ver los agentes de base como estas diferencias se ahondan dentro del propio Cuerpo, sino que sus homólogos, los miembros de la Policía Nacional, por realizar el mismo trabajo perciben unas mayores cuantías, lo que lleva a los guardias civiles a sufrir una doble discriminación que ahonda la brecha salarial que padecen.
(Ver tabla en la imagen que acompaña a este comunicado).
Queda evidenciado con estas cifras que se sigue premiando a la cúpula de la Guardia Civil, ya de por sí sobradamente bien retribuida, a costa de los trabajadores de base. Cabe recordar que la Productividad es una partida que viene a reconocer el trabajo y el esfuerzo llevado a cabo por cada agente, y en este sentido, que el reparto esté supeditado a la escala a la que se pertenezca es, además de un contrasentido, un criterio claramente injusto y abusivo para los guardias civiles.
Así, un guardia civil percibirá 405 euros menos que un policía nacional, un sargento 484 euros menos que un subinspector, y un teniente 564 euros menos que un inspector.
Por eso desde AUGC nos preguntamos atónitos por la razón de estas enormes diferencias entre los trabajadores de dos cuerpos estatales de seguridad pública que cumplen las mismas funciones. No es de recibo que agentes con igual trabajo sufran una desigualdad tan grande respecto a sus compañeros. Son los mismos agentes quienes realizan idénticas funciones y padecen los mismos riesgos, en Cataluña, ante un atentado terrorista, luchando frente a la corrupción o salvando vidas en cualquier punto de España e incluso en misiones en el extranjero; un cuerpo realiza sus funciones bajo un régimen estatutario civil, mientras que el otro, la Guardia Civil, soporta las duras condiciones y restricciones en derechos, de trabajar bajo las normas del fuero castrense, y prestar más horas de servicio anuales que el resto de cuerpos policiales, sin embargo este sacrificio no solo no se remunera como merece sino que se traduce en peores condiciones sociolaborales y peores remuneraciones. ¿Es esto justo?
Una vez más, AUGC exige a la Dirección General y al Ministerio del Interior que muestren el debido respeto a los guardias civiles y corrija estas diferencias para que la Guardia Civil deje de ser de una vez por todas considerada como una policía de segunda.
