Por ello desde AUGC la exigencia de chalecos para todos los agentes es una de nuestras reclamaciones básicas en materia de riesgos laborales, una petición realizada en numerosas ocasiones y que, hasta ahora, ha sido permanentemente ignorada. Nuestra premisa es clara: un agente, un chaleco. Pero no basta con esto, además, los chalecos deben ser ligeros, ergonómicos (adaptados tanto a hombres como a mujeres) y que permitan desarrollar el servicio con normalidad y operatividad.
Igualmente, y ante la situación de excepcionalidad a la que nos enfrentamos, AUGC solicita como medida urgente la suspensión de la uniformidad de servicio de diario por no ser operativa.
Tras los terribles atentados que tuvieron lugar el pasado viernes por la noche en París, y ante los que los manifestantes de la Marea de Tricornios guardaron el sábado un emotivo minuto de silencio, España, como el resto de países de nuestro entorno, siente cómo se ha acrecentado la amenaza terrorista.
Ante ello, el Ministerio del Interior ha cursado una orden para que todos los agentes de Policía y Guardia Civil que mantengan contacto con los ciudadanos o custodien algún edificio o instalación vistan en todo momento los chalecos antibalas.
Se trata de una medida muy razonable que AUGC aplaudiría si no fuera porque desde esta asociación se lleva denunciando desde hace meses la carencia de chalecos para todos los guardias civiles, un problema acuciante que no termina de resolverse pese a que pone en peligro la seguridad de los agentes, que ven cómo no parece haber presupuesto para estas prendas imprescindibles para su trabajo mientras que se despilfarran grandes cantidades en desfiles o peregrinaciones a Lourdes.