Una vez más la Dirección General de la Guardia Civil discrimina a los guardias civiles destinados en las unidades y servicios de Protección y Seguridad (Secciones de Seguridad Penitenciaria, Núcleos de Servicios y UPROSE). Si no fuera bastante con tener las retribuciones más bajas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, y carecer de un manual específico de prevención de riesgos laborales, ahora también se les niega el derecho a recibir una formación adaptada a las funciones que ejercen.
AUGC elaboró una propuesta, que fue tramitada al Consejo de la Guardia Civil por los afectados, reclamando que se adapten los contenidos que se imparten en las jornadas PATIO al personal de Protección y Seguridad, así como que se lleve a cabo un programa anual de acciones formativas específicas relacionadas con sus funciones.
Pero la Dirección General ha respondido que las técnicas impartidas en las jornadas PATIO “se consideran adecuadas para ser utilizadas en las áreas de detención”, así como que las Comandancias facilitarán a dicho personal formación específica sobre “utilización de extintores” y “primeros auxilios de carácter básico”.
AUGC considera vergonzosa e intolerable esa respuesta, porque las necesidades formativas de este personal no se limitan a las áreas de detención, los extintores y los primeros auxilios. Debe tenerse en cuenta que los cometidos a desempeñar en dichas unidades son muy distintos a los que se realizan en otras especialidades, y por lo tanto también son distintas las situaciones de riesgo a las que deben hacer frente durante el desarrollo del servicio.
Además de la custodia y traslado de detenidos desempeñan cometidos tan relevantes como conducción y custodia de presos, protección y seguridad de infraestructuras, personas, medios e instalaciones, vigilancia y seguridad de establecimientos penitenciarios, escolta de transportes de personas y bienes, etc.
Por todo ello, AUGC no cejará en su empeño y llevará a cabo cuantas acciones sean necesarias para conseguir que el personal de Protección y Seguridad reciba la formación adecuada, así como para que se elabore un manual de prevención específico, y sobre todo para que perciban unas retribuciones justas y dejen de ser los “parias” de las FCSE.