En un alarde nunca visto antes en un director general de la Guardia Civil, y haciendo un uso desmedido de sus facultades, Félix Azón anunciaba durante la celebración del cuarto Pleno Ordinario de la Guardia Civil, celebrado ayer, que por decisión unipersonal suya toda tramitación normativa que afecte a los guardias civiles queda paralizada. Por si esto no fuera suficiente grave, participó a las asociaciones profesionales que esta decisión sería con carácter permanente hasta que él disponga lo contrario.
Una medida tan desproporcionada como autoritaria no puede ser tomada como un capricho por quien dirige una institución como la Guardia Civil. Y es que éste ha sido el último despropósito perpetrado por quien se presentó como “hijo del Cuerpo” para mejorar la calidad de vida y trabajo de los guardias civiles, pero que en un escaso año y medio ha dilapidado su confianza entre los agentes. Porque desde su nombramiento el pasado 18 de junio de 2018, las rectificaciones, los desencuentros y los reproches para con los legítimos representantes de los guardias civiles han marcado siempre negativamente su gestión al frente del Cuerpo.
Un asunto de suma importancia e incluido en el orden del día del Pleno, a petición de AUGC, fue el polémico borrador que pretendía regular la jornada laboral y el horario de servicio, así como los incentivos al rendimiento y las vacaciones, permisos y licencias. Este borrador fue finalmente retirado por el Ministerio del Interior que dirige en funciones Grande-Marlaska.
Cuando llegó el momento de dar explicaciones, Félix Azón se limitó a leer unas líneas en las cuales no fue capaz de comprometerse a que dicha norma contara con el respaldo de las asociaciones profesionales. Ante esta situación, anunció la retirada del Pleno de dos órdenes ministeriales a publicar, una sobre Destinos y otra la de clasificación, usuarios y precios para las residencias de la Guardia Civil.
Pero es que ni tan siquiera fue capaz de acreditar dicho compromiso mediante su difusión en la intranet corporativa. Ante esta situación, AUGC fue muy clara y le dijo directamente al Director que la confianza en él por parte de la asociación mayoritaria de la Guardia Civil continuaba quebrada. Su tiempo al frente de la Guardia Civil ha de acabar cuanto antes.