La Asociación Unificada de Guardias Civiles reconoció públicamente en su 7º Congreso Nacional la trayectoria de Juan Antonio Delgado Ramos, quien tras más de veinte años formando parte de AUGC, y siendo durante casi una década la voz de los guardias civiles a través de su cargo como portavoz nacional de la asociación, decidía en 2015 dar el salto a la política.
No fue, además, el único homenaje que se tributó en el Congreso. También se recordó en el mismo a otra integrante de la Junta Directiva Nacional que deja su cargo, Pilar Villacorta, así como a un compañero pionero en la lucha por el sindicalismo en la Guardia Civil, Alejandro Álvarez Borja. También fueron homenajeadas la ONG Guardias Civiles Solidarios y la Plataforma No Silencio.
En el caso de Juan Antonio Delgado se reconoció una larga trayectoria de trabajo y sacrificio en la defensa de los derechos de los guardias civiles. Algo constatable a través de las cientos de intervenciones ante los medios, ruedas de prensa y presencia destacada en manifestaciones que ha protagonizado a lo largo de todos estos años. Una actividad que, además, le ha supuesto la apertura de 18 expedientes disciplinarios. Esto es lo que se celebró y recordó el pasado 26 de octubre.
Es sabido que la incorporación a la actividad política de Juan Antonio Delgado supuso su desvinculación inmediata de cualquier labor representativa de AUGC. Su nueva etapa como diputado nacional nada tiene que ver, por lo tanto, con sus anteriores funciones, pese a que desde AUGC se le desee mucha suerte en su labor, en la que sigue incidiendo en la reclamación de derechos para los guardias civiles.
Pero desde otra asociación profesional de guardias civiles, APROGC, que agrupa a altos mandos del Cuerpo, se ha tratado de ensuciar este homenaje a través de las manidas insidias que, de forma torticera, tratan de establecer una delirante afinidad entre nuestra asociación y sectores supuestamente simpatizantes con el entorno proetarra.
Sabido es el reiterado compromiso que ha mostrado AUGC durante toda su trayectoria contra el terrorismo. No podía ni puede ser de otro modo. Nuestra organización ha estado siempre con las víctimas, y se ha personado como acusación popular en numerosos procesos contra terroristas. Siempre hemos estado apoyando a los guardias civiles y sus familias en los momentos más duros, después de un atentado o propiciando reformas legislativas que reconociesen su sufrimiento.
Sin embargo, los intereses espurios de la organización que defiende y aglutina a la cúpula del Cuerpo no se detienen ante la vileza que supone sostener, con enfermiza fijación, acusaciones de esta índole contra AUGC. Para ellos, cualquier “presunta munición”, aunque sea tan fraudulenta, manipuladora e infame como ésta, es válida para atacar a aquellos que trabajamos por dignificar el trabajo de los guardias civiles. Su acusación es, además, un insulto a todas las víctimas del terrorismo.
Por lo todo lo anterior, y para defender la honorabilidad de AUGC y de sus más de 31.000 afiliados y afiliadas, esta situación está siendo analizada por los servicios jurídicos de la misma, para el caso de que pudiera ser constitutiva de algún tipo de ilícito o infracción del ordenamiento jurídico.
Porque la manipulación y la mentira tienen un recorrido muy corto, y desde luego, parecen constituir la esencia de APROGC, como asociación que defiende privilegios para unos, y no derechos para todos. Ellos saben que un futuro con derechos para los guardias civiles es algo cada vez más próximo y trabajan para evitarlo. Sus insidias no pueden hacer mella en AUGC ni en las personas que representan o han representado durante años a los trabajadores de esta institución.
