Mientras algunos se dedican a lanzar las campanas al vuelo y auto asignarse méritos ajenos, es una vez más AUGC la asociación profesional que debe velar por los intereses de los trabajadores de la Guardia Civil. Así es con la licitación de los chalecos antibalas prevista por la Dirección General para los próximos tres años, una noticia que los medios daban a conocer el pasado mes de septiembre y que informaba de que la Guardia Civil adquirirá entre 2017 y 2019 de 7.000 unidades por año, hasta un total de 21.000.
Lamentablemente, la mayoría de estos nuevos chalecos sólo servirá para reponer los viejos que ya se encuentran en desuso, con lo cual continuará existiendo una gravísima carencia de estas prendas. AUGC ha solicitado reiteradamente chalecos de uso individual para todos los trabajadores de la Guardia Civil. Se trata de un elemento de seguridad fundamental del que, inexplicablemente, siguen sin disponer en la cantidad ni con la idoneidad adecuada la mayoría de los guardias civiles, mientras continuamos en alerta antiterrorista 4 sobre 5. Desde AUGC seguiremos reivindicando con rigor y seriedad este asunto de vital importancia para la seguridad de los guardias civiles.
Por otra parte, en el documento de la licitación sellado por la Dirección General no se especifica la adquisición de chalecos antibalas diseñados para mujeres. Únicamente en uno de sus puntos señala que “el adjudicatario estará obligado a suministrar chalecos de características específicas cuando el usuario tenga una antropometría especial, sin distinción de género, y sea requerido para ello, no excediendo el número de estos chalecos en la cantidad del 20% del total del suministro”.
También indica que “se entenderá por talla MB talla media de chaleco externo con zona pectoral de 15 cm (copa) y LC talla L de chaleco externo con zona pectoral de 18 cm (copa).
Para AUGC, al margen de que en este documento no se especifique el diseño de las prendas adaptadas a la anatomía femenina, se trata de una nueva muestra de ninguneo a las asociaciones profesionales, que no han sido informadas de esta licitación, con lo que sus criterios no han sido tenidos en cuenta en absoluto. Por otra parte, las cifras no dejan de ser unas migajas que están muy lejos de atender la verdadera necesidad existente en el Cuerpo.
En AUGC seguimos exigiendo un chaleco antibalas individualizado para cada agente. No entendemos cómo una institución que derrocha cada año cantidades obscenas en desfiles y oropeles no puede afrontar la adquisición de estas prendas en la medida necesaria. Por desgracia, seguimos instalados en la política de abundancia y despilfarro para los generales y de recortes y precariedad para los trabajadores.