En el año 2010, y debido a la falta de herramientas y dialogo para que las demandas de los guardias civiles sean atendidas, desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles -AUGC- se llevó a cabo una campaña entre los miembros de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sobre concienciación en la seguridad vial, por la que fomentó que con carácter prioritario se informara a los usuarios de las vías, y se les educará en la no comisión de infracciones en seguridad vial, reduciendo así el número de sanciones impuestas. Esta campaña impulsada por AUGC pasaría a ser conocida como “la huelga de bolis caídos”
El éxito de esta campaña de concienciación fue mayúsculo, y no sin presiones, los agentes de tráfico secundaron la iniciativa y por tanto el número de denuncias descendió y el número de auxilios en carreteras aumentó. Fruto de esta reivindicación secundada mayoritariamente, se consiguió un aumento salarial para los miembros de la Agrupación de Tráfico, el denominado Complemento de Seguridad Vial, hoy día productividad por objetivos O3.
Es entonces en julio de 2010 cuando se pone en marcha una norma maquiavélica para llevar el control de la actividad de los agentes, que se vincula a sus complementos salariales mensuales y anuales. En este índice que mide la actividad, no todo puntúa de la misma manera, y es la administración, en este caso la Guardia Civil quién encamina la actividad del agente a la labor sancionadora, en detrimento de la información, la prevención y el auxilio. Es en esta norma donde un auxilio informativo multiplica por 0,1 y una denuncia puede llegar a multiplicar por 6.
Aunque también hemos de significar que esta norma, RAI-RAU, ha ido sufriendo variaciones a lo largo del tiempo, siendo cada vez menos gravosa para los agentes. Esto ha sido gracias al trabajo realizado por los servicios jurídicos de AUGC, que han ganado numerosas sentencias en los tribunales condenando en costas a la Guardia Civil, e incluso declarar la invalidez de la propia norma por no ser tramitada a través del Consejo de la Guardia Civil, además de la continua denuncia que hemos ejercido desde que se aprobará el RAI y el RAU.
Además de sufrir variación la manera de puntuar la actividad del agente, sufrió variación la manera de adjudicar el Complemento de Seguridad Vial, pasando a denominarse 03 Productividad por objetivos, y estar encuadrada en la Orden General de Productividad por la que se regulan los incentivos al rendimiento. Estas variaciones no son mas que el intento de adaptar la norma a las diferentes sentencias ganadas por AUGC, como hemos citado anteriormente. Pero además, ha generado un malestar como nunca antes se había conocido en la Agrupación de Tráfico, puesto que la manera de adjudicar la productividad en esta especialidad ignora y maltrata a motoristas y equipos de atestados, es decir al personal operativo. Este es el error al que se niega a subsanar la DGGC, al igual que ocurre con la productividad por objetivos O1 y 02 en términos generales en la Guardia Civil.
Cabe recordar que la Dirección General no está interesada en la participación de las asociaciones profesionales en la elaboración de un RAI, prueba de ello, ha sido la sentencia ganada por AUGC que obligaba a que la DGGC pasase por el Consejo la norma y que, desde dicha sentencia, en todas las ocasiones que ha pasado, ha sido con “nocturnidad” y sin grupos de trabajo, a pesar de la promesa de abrirlos, la última ocasión en diciembre de 2016, cuando se indicó que abrirían el grupo en febrero o marzo de este año y a día de hoy seguimos esperando.
Desde AUGC seguimos defendiendo y solicitando la retirada del documento RAI y RAU, pues se ha evidenciado que su implantación tan solo ha generado malestar y ha transformado la manera de trabajar de los agentes de la Agrupación, pero especialmente demandamos que se desvincule de los complementos salariales, de la nómina que con tanto trabajo, esfuerzo y penosidad se ganan cada día los miles de agentes de Tráfico que cumplen con sus obligaciones.
