Que no engañen a la sociedad: si los cuarteles están cerrados no es por la jornada laboral, sino por la falta de personal y la obsoleta organización territorial

La rueda de prensa ofrecida ayer por el General jefe de la Zona de Castilla-León, además de irresponsable, delata la pulsión que todavía persiste entre algunos altos mandos de recortar derechos a los trabajadores del Cuerpo.

Cuartel de la Guardia Civil de Cogolludo (Guadalajara).
Cuartel de la Guardia Civil de Cogolludo (Guadalajara).

Tras la rueda de prensa ofrecida ayer por el General jefe de la Zona de Castilla-León y la Delegada del Gobierno en dicha comunidad autónoma, Virginia Barcones, sobre la proliferación de cuarteles de la Guardia Civil cerrados por falta de personal, desde AUGC queremos hacer algunas aclaraciones para evitar que se confunda a los ciudadanos. 

En dicha rueda de prensa se aludió a la norma sobre jornada de horarios que entró en vigor en 2014 para todos los guardias civiles para tratar de justificar la ausencia de efectivos en los cuarteles. Nada más lejos de la realidad: dicha norma fue promulgada tras la denuncia que esta asociación profesional efectuó ante instancias europeas y que nos dio la razón en cuanto a la falta de garantías en diversos aspectos con respecto a los derechos laborales de los agentes. Tras una larga negociación, el Gobierno vino a reconocer derechos en cuanto a jornada a los funcionarios el Cuerpo que el resto de policías de España disfrutaban desde hacía 25 años.

Entre esos derechos al fin conseguidos está el índice corrector que permite que el trabajo realizado en día festivo y en horario nocturno, que tanto perjudica la salud y la calidad de vida de los que lo tienen que desarrollar, se materialice en dicha normativa, o que la “tarifa plana” para determinadas unidades y puestos de trabajo que no tenían límite de horario tengan fijada ahora una jornada, y que su superación genere ciertos beneficios económicos, ciertamente muy mejorables y alejados de los que perciben otros policías en España.

Estos y algunos derechos reconocidos a todos los funcionarios en este país, como la reducción de jornada por cuidado de hijos o los permisos de maternidad, son esgrimidos en la rueda de prensa como los culpables de la falta de efectivos y el cierre de cuarteles.

Resulta insólito, además de irresponsable, que un general de la Guardia Civil, una institución cuyos altos mandos siempre han presumido enfáticamente de su escrupuloso cumplimiento de la Ley, insinúe ahora que ésta sea la culpable de la ineficacia en la prestación del servicio al ciudadano. Esta lamentable salida de todo no puede obedecer más que a la pulsión que pervive entre muchos de esos altos mandos de recortar algunos de los escasos derechos que tanto les ha costado conquistar a los trabajadores del Cuerpo.

Y ante esto desde AUGC queremos dejar claro que la falta de efectivos, los cuarteles cerrados y la falta de operatividad y servicio en algunos sitios que detecta la ciudadanía viene dada no porque los guardias civiles tengan una norma de jornada que les otorgue ningún privilegio, sino por la falta de previsión de los gobiernos sucesivos que han hecho que se hayan perdido miles de guardias civiles. Por el contrario, ante esta carencia nunca se ha planteado gratificar de modo alguno a aquellos agentes dispuestos a sacrificar sus descansos realizando servicios extraordinarios.

Y por si hubiera alguna duda al respecto, cabe recordar que, aún a día de hoy, un guardia civil trabaja de promedio un mes más al año más que un policía nacional, careciendo además de turnos fijos de servicio como ocurre en el resto de policías y resto del funcionariado.

Otro motivo de la falta de patrullas en la calle y la desatención que pueden percibir los ciudadanos en determinados lugares viene dada por la obsoleta organización de unidades en el despliegue de la Guardia Civil, que poco ha variado desde su creación en el siglo XIX. En este sentido, desde AUGC venimos trabajando desde hace años en la elaboración de una propuesta para un nuevo modelo policial, que evitase duplicidades con otras policías y reorganizase las unidades de manera que la seguridad pública verdaderamente responda a las demandas de una sociedad del siglo XXI.

A este respecto sí que tenemos que decir que la propia Dirección General tiene elaborado un informe de eliminación y reagrupación de unidades que está ya en el ámbito de decisión política y que sería una herramienta de optimización de recursos que generaría una mayor presencia policial y  efectividad.

Por lo tanto es cuestión de valentía y responsabilidad del Ministerio del Interior ponerlo en marcha y generar un despliegue ajustado a la realidad social y delincuencial de la demarcación responsabilidad de la Guardia Civil.

En definitiva, la falta de efectivos y operatividad no puede nunca atribuirse a tener una norma sobre jornada que vino a subsanar abusos sobre la jornada laboral de los guardias civiles, que durante muchos años supuso un exceso horario no compensado. Tuvo que ser AUGC, tras su denuncia ante la Comisión Europea, la que logró que esa injusticia se paliara en parte. Si la Guardia Civil y el Ministerio del Interior quieren mayor efectividad, ello pasa únicamente por un aumento importante de plantilla y por una reorganización de unidades adecuada a este siglo.

Puedes escuchar el audio de la rueda de prensa en el vídeo adjunto bajo estas líneas.

Para hacer comentarios debes identificarte

IDENTIFÍCATE